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Los seres concientes forjan la historia (XXXVII)

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

CAPÍTULO XXXVII: Ganar a la gente antipiñerista para que vote en la segunda vuelta

La TV mostró una escena muy decidora. Era el domingo 19 de noviembre de 2017, alrededor de las 19 horas. Lugar: una mesa de votación en el Estadio Nacional. Se leían las preferencias de los votos de candidatos a Presidente de la República. Había mucha gente siguiendo con gran interés la lectura que hacía el presidente de la mesa. Cada vez que salía el nombre de Sebastián Piñera, pifias y un grito: “Cualquiera, cualquiera, menos Piñera”. A pesar de esa manifestación, Pillín sacó la primera mayoría.

Esta emblemática escena refleja lo ocurrido con la votación de la primera vuelta. A pesar del repudio generalizado, se impuso la derecha.

Ello se debió, entre otras razones, a que la derecha -que es muy ducha en todo tipo de engaños-, logró crear una atmósfera en que era posible que Piñera (como sostuvo la encuestadora Marta Lagos) ganara en primera vuelta.

Es innegable el rol jugado por las encuestas. Su utilización sirvió para crear la sensación de que Piñera estaba asegurado. Por ejemplo, la Encuesta CADEM Estudio electoral Nº 6 de fecha 3 de noviembre de 2017 le dio al candidato de la derecha el 45%. La Encuesta CEP le atribuyó el 44%.

Pero, los hechos, los porfiados hechos, al decir de Lenin, derrotaron los falsos vaticinios. Piñera no ganó en primera vuelta. Peor aún para la derecha, sacó un 36,64% de los sufragios y no el cuarenta y tanto por ciento que había pregonado la derecha, con el respaldo de todas las encuestas que le daban más del 40%. Fue esto una derrota para la reacción.

Ante el rotundo fracaso de la industria de las encuestas, los canales de noticias de la TV dieron la oportunidad a responsables de esas encuestas para sacarse los balazos. Marta Lagos, que aprovechó para hablar de sus altos contactos internacionales, le echó la culpa a la metodología de las encuestas. Roberto Izikson, de CADEM, intentó demostrar –sin lograrlo- que ellos no habían fracasado.

Lo que está claro que esa campaña del engaño tuvo su efecto en sectores de la población. Incluso hubo compañeros despistados que me escribieron sosteniendo que no había nada que hacer y que ésta era carrera corrida para la derecha.

Esto neutralizó y desmotivo a cierta cantidad de electores. Es difícil calcular cuántos. Pero de haberlos, los hubo.

Si ello afectó a militantes, habría que ver si sus células funcionan, si estos despistados concurren a reunión, si leen y estudian los materiales partidarios.

Entonces volvemos a lo planteado en capítulo anterior: la imperiosa necesidad de que un partido revolucionario funcione como tal, de acuerdo a las probadas normas leninistas.

Tengo el convencimiento, que en medio de fragor electoral, el Partido Comunista debe avanzar decididamente en adoptar plenamente las normas leninistas.

Y no me vengan a decir: -pasemos primero la contingencia y después arreglamos lo de las normas leninistas. Al contrario, compañero. Son en estos días plenos de actividades electorales, cuando debemos ir empleando los métodos leninistas: el funcionamiento vital de las células, la dirección colectiva, el centralismo democrático.

Reúne tu célula para planificar el trabajo y salir hacia la gente. Necesitamos dirigentes que sean líderes, capaces de encantar y conducir con su ejemplo. Cada militante debe estar pleno de pasión revolucionaria, dispuesto a jugarse a concho por la tarea de ganar conciencias y votos. Empecemos por los más cercanos y de fácil acceso: familiares, militantes alejados, vecinos, colegas. Recurramos a las listas de los miles de adherentes que firmaron en la campaña Gladys Marín.

Confecciona una lista con quienes debes contactarte personalmente, por teléfono, por correo.

De cada uno de nosotros depende el triunfo del futuro. La tarea es simple y grandiosa: ¡ganar a la gente antipiñerista para que vote en la segunda vuelta!

Seamos seres conscientes, forjemos la historia.


Ver:

Los Seres Concientes Forjan la Historia Vol. 1

En medio de la contingencia de la segunda vuelta les invitamos a difundir entre sus redes el texto de nuestros compañero Iván Ljubetic, Los Seres Concientes Forjan la Historia, Vol. 1. Son 34 capítulos en 90 páginas, donde se repasa el Programa Político de la Presidenta Bachelet, las acusaciones que pesan sobre Piñera, el rol de nuestro Partido y caminos a seguir.

Enlace para descargar.

Los Seres Concientes Forjan La Historia Vol1, por Iván Ljubetic by CEILER on Scribd

Los seres concientes forjan la historia (XXXV)

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

CAPÍTULO XXXV: ¡Ahora a ganar la segunda vuelta!

La Fuerza de la Mayoría logró el objetivo de pasar a la segunda vuelta. Ésta culminará el 17 de diciembre de 2017. Ello nos entrega la posibilidad de conquistar un gobierno que siga la línea de los cambios positivos realizados por Michelle Bachelet. Pero, para hacer real esta posibilidad se necesita comenzar ahora, ahora mismo, a trabajar.

Y en esta nueva etapa es necesario cambiar de actitud, de tranco, todos. De capitán a paje. Me pareció bien lo dicho anoche por Guillier: “Con propuestas claras que nos interpreten a todos” (los sectores progresistas, agregaría yo).

Debemos dar un fuerte golpe de timón. Y en ello, una responsabilidad muy grande la tiene el Partido Comunista. Sus dirigentes no pueden repetir la falta de audacia que tuvieron cuando la derecha de la DC impuso que su candidata se presentara directamente a la primera vuelta. Debieron entonces tener la agilidad de crear las condiciones para que existieran primarias.

El Partido Comunista no puede actuar como si estuviera semiclandestino. Debió aprovechar la conmemoración de los 100 años de la Revolución de Octubre para efectuar un acto de masas, que elevara el fervor revolucionario de militantes, adherentes y simpatizantes. Junto con haber educado en los métodos leninistas de organización y funcionamiento. Pero parece que para algunos hablar de leninismo es mentar la soga en casa del ahorcado.

Fue así como el acto organizado por el Partido Comunista por los Cien Años, fue ratón. Los pocos que asistieron a él, no encontraron allí razones para salir con más fuerzas para la lucha electoral.

EL Partido Comunista tiene (o debe tener) su fortaleza en estar basado en una teoría científica y haber heredado de Lenin sus normas de organización y funcionamiento. Tenemos la amarga impresión que no en todas partes se llevan a la práctica. Para tener éxito en el trabajo de masas –y lo electoral lo es- lo fundamental está en el funcionamiento de las células y el resto de los órganos partidarios.

No somos un partido electorero. Somos un partido revolucionario que, en esta etapa, ha optado por la vía no armada, por la vía electoral. Para nosotros el fin no justifica los medios. Queremos contribuir a derrotar a Piñera en esta segunda vuelta. Pero nuestra acción debe realizarse de acuerdo a las normas leninistas. No reemplazar, por ejemplo, el trabajo celular por continuos ampliados. No sustituir los órganos de dirección por comandos.

Para ello necesitamos elevar nuestro nivel político y orgánico.

En concreto, compañero militante, reúne tu célula y a elaborar el plan de trabajo que nos conduzca a la victoria.

En concreto, camarada adherente y simpatizante, contribuye a hacer realidad eso de “todos contra Piñera”.


Ver:

Los seres concientes forjan la historia (XXXIV)

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

CAPÍTULO XXXIV: Los comunistas, garantía de lealtad y responsabilidad

Reproducimos parte de declaración del Presidente del Partido Comunista de Chile, compañero Guillermo Teillier:

“Por primera vez en la historia de Chile y de nuestro partido, los comunistas vamos a terminar un periodo presidencial y lo hacemos exitosamente porque hemos cumplido con el programa con el que nos comprometimos con la Presidenta Michelle Bachelet”.

“Esto significa una derrota del anticomunismo en nuestro país, acordémonos que cuando estuvimos en el Gobierno de Gabriel González Videla, el anticomunismo fue lo que primó y lo que hizo que ese Gobierno traicionara al Partido Comunista y a los trabajadores, dictando la ley de defensa de la democracia, llamada con justa razón la ley maldita, porque envió a los comunistas a la represión”.

“Después con Salvador Allende, el anticomunismo primó como uno de los elementos que se usó y abusó para dar pie al Golpe de Estado que nos sumió en la dictadura, pero ese anticomunismo irracional ha sido derrotado en el trascurso de este Gobierno y la ciudadanía se ha dado cuenta que al estar en este Gobierno hemos contribuido a llevar adelante reformas como la de educación, la laboral, la creación del Ministerio de la Mujer, la creación del Ministerio de los Pueblos Indígenas, el Ministerio de las Culturas, hemos aprobado todas las reformas para descentralizar el país, hemos hecho una infinidad de leyes para proteger a las mujeres y a los adultos mayores, pero quedan muchas cosas pendientes”.

“La participación de los comunistas en el Gobierno ha sido muy positiva y le hace bien a Chile. Logramos derrotar el anticomunismo aunque a muchos les pese, sobre todo algunos que querían que fuéramos marginados del Gobierno y que todavía hacen esfuerzos para que seamos marginados de un futuro Gobierno, pero eso solo lleva el caudal al molino de la derecha y de quienes quieran defender los privilegios de unos pocos y no quieran preocuparse de la ciudadanía completa”.

“Por eso llamo a votar por los comunistas, porque nos hemos jugado por las reformas, aunque a veces hemos sido impulsivos, pero era fundamental, por eso estoy satisfecho con el cumplimento de este hito histórico para nuestro partido”.

“La gente debe saber que si seguimos en el Gobierno seguiremos haciendo reformas de este estilo, saben que no engañamos a nadie y que nos comprometemos por los derechos de la sociedad entera”.


Ver:

Primera Declaración del PC de Chile después del Golpe fascista

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

El 11 de octubre de 1973, justamente al mes de haberse consumado el golpe, bajo un feroz terrorismo de Estado, el Partido Comunista emite su primera declaración con el título “La Voz de Orden es la Unidad”. Este documento, que fue copiado y distribuido clandestinamente por decenas de combatientes anónimos, decía en algunas de sus partes:

“Se ha instalado en el país una dictadura fascista con la secuela de crímenes y abusos que caracteriza a estos regímenes… La Junta fascista no representa ningún espíritu nacional o patriótico. Su esencia es antipatriótica, atenta contra los intereses de Chile como nación independiente. Trabaja como un apéndice fascista al servicio del imperialismo y la reacción interna…”

“Todas las libertades públicas han sido liquidadas. No hay libertad de reunión, de asociación ni de expresión oral o escrita… Frente a este cúmulo de hechos que revelan la instauración de una dictadura de tipo fascista ¿qué dice la Democracia Cristiana? ¿Dónde está su posición de otrora en contra de toda salida antidemocrática? ¿Qué ha sucedido con su concepción favorable al pluralismo ideológico y político?”

“Hemos conocido la opinión disidente de parlamentarios y dirigentes que encabezan personalidades como Radomiro Tomic, Bernardo Leighton, Renán Fuentealba y otros que se han mantenido fieles a sus principios y han repudiado en declaración pública el golpe y sus secuelas…”

“Pero el actual estado de cosas no será eterno. No prevalecerá la mentira sobre la verdad, ni la opresión sobre la libertad, ni el fascismo sobre la democracia… Los trabajadores y las masas populares se recuperarán del golpe recibido y volverán, sin duda, a regir los destinos de la Patria. Como siempre, pondremos el acento en la organización, la unidad y la lucha de las masas y en el desarrollo creciente de su conciencia política…”

“Debemos poner término al terror ejercido contra el pueblo y abrir paso a nuevos horizontes revolucionarios. Para ello, la voz de orden de la hora presente es la de la unidad más amplia del pueblo.
Unidad para defender el derecho a la vida y poner fin a la represión y a la muerte…” (Ref.: “Desde Chile hablan los comunistas”. Ediciones Colo-Colo, 1976, páginas 23, 24, 25, 27 y 31)