De la concepción materialista dialéctica de la historia, el marxismo.
David Mc Conell
En 1845 Marx escribe las “Tesis sobre Feuerbach”, once notas resumidas en dos páginas. Engels, 41 años después, las califica de “germen genial de la nueva concepción del mundo”, en la nota preliminar de su libro “Ludwig Feurbach y el fin de la filosofía clásica alemana”. (1) Las notas servirían a Marx de borradores para el libro “La ideología alemana”, escrito con su amigo de toda la vida Federico Engels entre Noviembre de 1845 y Agosto de 1846, en Bruselas, y realizado para liquidar cuentas “con nuestra conciencia filosófica anterior”, según las propias palabras de Marx en el “Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política”.(2) En el libro, exponen Marx y Engels por primera vez la concepción materialista de la historia, base filosófica del comunismo científico.
Poco antes, a los 23 años, en 1841, Marx había escrito su tesis doctoral “Diferencias entre la filosofía de Demócrito y la filosofía natural de Epicuro” conservando todavía el punto de vista de Hegel en el sentido que la fuerza propulsora de la historia de la humanidad es el desarrollo de la autoconciencia del hombre.
A fines de agosto de 1844 se ponen de acuerdo Marx y Engels en Paris para escribir una crítica a las opiniones de Bruno Bauer (B. Bauer Pertenecía a los “hegelianos de izquierda”) y se plasma en el libro “La sagrada familia”, apareciendo en febrero de 1845. La finalidad de la obra fue expuesta por sus autores en el prólogo “-La Literatur Zeitung- nos brinda un material a la luz del cual es posible hacer ver incluso al gran público las ilusiones de la filosofía especulativa”. (3) En ambas obras critican la filosofía de Hegel y a sus seguidores los jóvenes hegelianos y ponen de manifiesto no solo las limitaciones burguesas de Hegel sino también las de Kant al hacer interpretaciones idealistas de la historia. Reconocen en ellos a la vez la gran contribución en la elaboración del método dialéctico. A Feuerbach, quien también había sido hegeliano en sus inicios y luego materialista en el modo de concebir la naturaleza, le critican su idealismo al concebir la sociedad y por considerar al hombre solo como un ser fisiológico, biológico, no como un ser social, activo.
La ideología Alemana y La Sagrada Familia son obras importantísimas en el desarrollo de la nueva concepción del mundo del Materialismo Histórico si bien es cierto con fuerte influencia de Feuerbach al caracterizar las relaciones capitalistas como deformación de la naturaleza humana.
En 1847 se constituye la Liga de los comunistas y Marx y Engels redactan su Programa en enero de 1848, conocido como “Manifiesto del Partido Comunista” y la consigna “Proletarios de todos los países, uníos” se transforma en consigna del proletariado mundial. Gigantesca obra de solo 30 páginas en donde se expone… “con una claridad y brillantes geniales, la nueva concepción del mundo, el materialismo consecuente, aplicado también al campo de la vida social, la dialéctica como la más completa y profunda doctrina del desarrollo, la teoría de la lucha de clases y del papel revolucionario histórico mundial del proletariado como creador de una sociedad nueva, de la sociedad comunista”. (4)
Las obras mencionadas y las Tesis son fundamentales en la nueva concepción de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, concepción que Marx y Engels denominarían “Concepción materialista de la historia”. (5) Importante es recordar que tanto Marx como Engels habían llegado ya en 1844 a conclusiones parecidas con respecto al movimiento político de la clase obrera en el sentido que la situación económica en que se encuentran obliga a los obreros a la lucha por su emancipación definitiva.
Tesis sobre Feuerbach
En la nota preliminar de “Ludwig Feuerbach” escrita en 1888 Engels escribe: “en ciertos aspectos (La filosofía de Feuerbach) representa un eslabón intermedio entre la filosofía hegeliana y nuestra concepción,” y continúa … “antes de mandar estas líneas a la imprenta, he vuelto a buscar y repasar el viejo manuscrito de 1845-46. La parte dedicada a Feuerbach no esta terminada. La parte acabada se reduce a una exposición de la concepción materialista de la historia, que solo demuestra cuan incompletos eran todavía por aquel entonces, nuestros conocimientos de historia económica. En el manuscrito no figura la crítica de la doctrina feuerbachiana; no servía, pues, para el objeto deseado. En cambio, he encontrado en un viejo cuaderno de Marx las once tesis sobre Feuerbach” … “Tratase de notas tomadas para desarrollar más tarde, notas escritas a vuelapluma y no destinadas en modo alguno a la publicación, pero de un valor inapreciable, por ser el primer documento en que se contiene el germen genial de la nueva concepción del mundo”. (6)
¿A que se refiere Engels con el germen genial de esta nueva concepción, expresada en las notas “escritas a vuelapluma”?
En la primera tesis de 15 líneas, la más larga de todas, Marx expone su reclamo en contra de todo el materialismo anterior… “que solo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de un modo subjetivo” y recuerda que el lado activo lo desarrolla el idealismo, pero de un modo abstracto porque “no conoce la actividad real, sensorial, como tal”. (7) Marx entonces está rechazando un tipo de filosofía contemplativa instalada en las nubes y a un tipo de filósofos que no ven y hasta rechazan la práctica humana como transformadora de la realidad.
En la tesis 1 es donde se percibe claramente el nuevo aporte teórico hecho por Marx, permitiendo superar a todo el materialismo e idealismo anterior, por primera vez se establece la importancia de la actividad sensorial humana, la práctica humana, la subjetividad práctica. Hasta ese momento se había tenido en cuenta la subjetividad teórica, la subjetividad cognoscitiva abstracta, pero no se había tenido en cuenta la subjetividad práctica que es también parte de la realidad objetiva.
En estricto rigor Marx se había referido a la “sensoriedad” en los “Manuscritos Económicos y filosóficos de 1844”, o sea con anterioridad a las tesis sobre Feuerbach, al poner de relieve las limitaciones de la filosofía de Hegel en particular en su “Crítica de la Dialéctica hegeliana y de su filosofía en general”.
La actividad humana es actividad subjetiva, subjetividad práctica del sujeto, es el sujeto (hombre dotado de conciencia y voluntad que obra y conoce activamente) por tanto con su actividad, con su práctica, el que influye sobre la realidad objetiva modificándola y acelerando o retardando el propio desarrollo objetivo. La palabra práctica viene del griego y significa ejecutar, cumplir, obrar.
La actividad que realiza el hombre sobre el objeto (lo dado en el conocimiento o aquello hacia lo que esta orientado la actividad cognoscitiva del sujeto) puede ser captada por los sentidos, pero no son los sentidos los que realizan dicha actividad.
La actividad práctica subjetiva es todo lo que los hombres hacen objetivamente para asegurar la existencia y el desarrollo de la sociedad. El hombre actúa con todos sus medios, con instrumentos naturales y artificiales en los fenómenos, en las cosas y en general en la naturaleza y en la sociedad, y al hacerlo transforma la naturaleza, la sociedad y a él mismo. Marx lo dice de la siguiente manera en sus tesis 3; “La teoría materialista de que los hombres son producto de las circunstancias y de la educación, y de que, por tanto, los hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado” (8).
Los hombres por tanto han sido formados por la práctica y todas sus facultades, incluido el pensamiento, surgen como sujeto de la historia y de la sociedad. Pero, aunque el hombre es una fuerza activa en la relación del sujeto con el objeto, está limitado por el propio objeto, por el conocimiento de dicho objeto. Para superar esos límites se hace necesario conocer las leyes que rigen el objeto y hacer concordar con él la actividad práctica del conocimiento, puesto que los objetivos del sujeto se forman de acuerdo con el desarrollo lógico del mundo exterior, condicionado por las necesidades del propio sujeto en sociedad y de acuerdo al grado desarrollo de esa sociedad.
Los materialistas anteriores a Marx sabían que el pensamiento, la conciencia, surgió como un proceso natural y al final de cuentas estaba explicado su origen por causas biológicas. Marx demostró que sólo se puede comprender la esencia del pensamiento, de la conciencia, si se tiene en cuenta su carácter social. Evidentemente sin la base biológica, el cerebro no funciona, pero solo se origina y se desarrolla en sociedad. Fuera de la sociedad no hay pensamiento humano. En relaciones con otros hombres el hombre adquiere conciencia y en la actividad laboral productiva conoce y refleja la naturaleza. Desde la infancia se forma la conciencia en base a palabras y con ellas se expresan ideas. Sólo revestido de palabras el pensamiento se hace real. El lenguaje es la realidad directa del pensamiento. El pensamiento no existe de otro modo que en la envoltura material de la palabra. No se puede separar el pensamiento del lenguaje. Pensamiento y lenguaje conforman una unidad.
El pensamiento, para que surja y funcione hacen falta no solo la base natural biológica, el cerebro y el sistema nervioso, sino fundamentalmente las condiciones sociales. La conciencia humana tiene carácter social y existirá hasta que existan hombres en sociedad.
La práctica abarca todas las formas materiales de la actividad humana en el proceso de la cual se crea la cultura material y espiritual del hombre. En la práctica ligada a la producción de medios de subsistencia, el trabajo, es la primera condición de vida de los hombres. El trabajo… “Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre”. (9)
“Práctica”, es también la lucha revolucionaria de la clase obrera y de todas las clases oprimidas bajo el capitalismo por mejorar las condiciones de vida y crear las condiciones para la construcción de una sociedad sin explotación del hombre por el hombre.
Marx reconoce en Feuerbach el mérito de haber establecido la primacía de la realidad material por sobre cualquier otra consideración y en la disputa de si está primero la materia o la conciencia, haber establecido la primacía de la materia. Marx hace suya la idea de Feuerbach de concebir la realidad bajo la forma de las relaciones del hombre con la naturaleza y con los otros hombres. Pero para Feuerbach la realidad era objeto de contemplación y no de acción y de esa forma dejaba fuera en sus consideraciones el desarrollo económico y social y por tanto la dialéctica de la propia historia, puesto que es el desarrollo de la producción (Marx utiliza con frecuencia en sus primeros escritos el término industria para referirse a la producción) el que determina en última instancia el desarrollo de la sociedad y a su vez dicho desarrollo el curso de la historia.
Marx le critica a Feuerbach en la tesis 5 que… “no contento con el pensamiento abstracto, apela a la contemplación sensorial; pero no concibe la sensoriedad como una actividad sensorial humana práctica”. (10)
Para Feuerbach el hombre era un ser abstracto, un individuo puramente biológico, el carácter contemplativo de su filosofía se percibe en la tendencia al antropologismo o sea explicar todas las características y peculiaridades del hombre como producto supremo de la naturaleza. No alcanza a comprender que es el mismo hombre el que crea su segunda naturaleza, la social, la cultura, la civilización. Al margen de la sociedad no existe el hombre.
El materialismo premarxista no podía resolver correctamente la correlación entre sujeto y objeto porque el sujeto era concebido como algo pasivo cuyas facultades se transformaban a partir de su propia naturaleza, de su origen natural, mientras que para Marx la esencia del hombre había que buscarla en el “conjunto de las relaciones sociales” … (11) materiales e ideológicas, siendo las relaciones de producción las más importantes.
Observando el mundo en el que estamos inmersos nos damos cuenta de la actividad práctica de quienes nos antecedieron, de lo que nos dejaron en herencia, no partimos de cero. Desde la diferenciación del hombre con el resto de los animales, el hombre debió trabajar para conseguir sus medios de vida, en ese proceso se enfrentó y fue conociendo la naturaleza. Todo ese conocimiento y logros materiales es el que hemos heredado.
“La vida social es, en esencia, práctica” dice Marx en la tesis 8, y agrega “Todos los misterios que descarrían la teoría hacia el misticismo, encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica”. (12)
La actividad cognoscitiva, también subjetiva, es antecedida por la actividad práctica subjetiva, la actividad práctica por tanto tiene primacía. Cuando se dice que la subjetividad práctica es parte de la realidad objetiva y que la modifica, significa también que puede ser captada por los sentidos, pero la modificación realizada en la realidad objetiva como más arriba dijimos no es una actividad de los propios sentidos.
Al insistir Marx en el desarrollo del lado activo que no esta en los sentidos sino en lo que ellos captan, no esta en contra de la actividad teórica en general sino en contra de una forma teórica abstracta desligada de la realidad.
Marx reconoce a la teoría como elemento necesario de la práctica y establece la prioridad de la realidad objetiva, sin ella no hay subjetividad como reflexión de esa realidad.
En la relación objetividad-subjetividad, la subjetividad aparece como actividad creadora del sujeto dirigida siempre al objeto, al conocimiento del mundo real eternamente en movimiento y desarrollo. Puesto que el conocimiento, cuando el conocimiento coincide con el objeto, cuando lo reproduce, aparece como conjunto de formas subjetivas o de imágenes subjetivas del mundo objetivo por parte del sujeto, se hace necesario analizar el vínculo entre lo subjetivo y objetivo o la dialéctica de lo objetivo y subjetivo en el concepto de verdad objetiva.
Las verdades corroboradas por la práctica histórica son verdades objetivas por tanto no dependen del sujeto y no significa que dicha verdad no pueda seguir desarrollándose. En ese sentido conserva el significado determinante, independiente de la diversidad de formas en que se exprese.
El hombre alcanza la verdad cuando en las formas del conocimiento por él creadas refleja el verdadero contenido de los objetos y fenómenos del mundo objetivo. Sólo en este caso las formas subjetivas se convierten en la expresión del contenido objetivo de la realidad objetiva independiente del sujeto en su existencia. Cuando se dice: independiente del sujeto, se refiere a los conocimientos ya logrados con anterioridad, en este sentido no dependen del hombre. Por un lado, los conocimientos son creados
por el hombre y por otro lado existen independientemente del hombre, estos dos rasgos de la verdad objetiva corroborados por la práctica son inseparables.
Al respecto Marx expresa lo siguiente en su tesis 2: “El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico” (13).
La práctica constituye la base objetiva del conocimiento y es a su vez lo bastante movible, indeterminada y mutable para no permitir que el conocimiento deje de desarrollarse, pero también es lo bastante determinada como para poder separar los conocimientos correctos de los incorrectos. Las acciones de los hombres repetidas varias veces y hasta centenares de veces, conducen a resultados más o menos idénticos y eso lo sabe cualquier persona.
Engels recuerda los argumentos de Hegel al referirse a las extravagancias de algunos filósofos que niegan la posibilidad de conocer el mundo como Hume y Kant y expone… “La refutación más contundente de estas extravagancias, como todas las extravagancias filosóficas, es la práctica, o sea, el experimento y la industria”. (14)
La idea de “práctica” como criterio de la verdad la había tomado Marx de Hegel, lo repite Lenin en “Cuadernos filosóficos” al comentar el libro “Ciencia de la Lógica” de Hegel… “sin duda, en Hegel la práctica sirve como eslabón en el análisis del proceso del conocimiento y por cierto que como transición hacia la verdad objetiva (“absoluta”, según Hegel)” y Lenin recomienda: “véase las Tesis sobre Feuerbach”. (15)
Nada hay de absoluto en todas las afirmaciones anteriores y en “Materialismo y Empirocriticismo” Lenin aporta una explicación aclaratoria contundente, la cita es larga pero bien vale la pena releer una y mil veces: “Naturalmente no hay que olvidar aquí que el criterio de la práctica no puede nunca, en el fondo, confirmar o refutar completamente, una representación humana, cualquiera que sea. Este criterio también es lo bastante “impreciso” para impedir que los conocimientos del hombre se conviertan en algo “absoluto”; al mismo tiempo, es lo bastante preciso para sostener una lucha implacable contra todas las variedades de idealismo y agnosticismo. Si lo que confirma nuestra práctica es la verdad única, última y objetiva, de ello se desprende el reconocimiento de que el único camino conducente a esta verdad es el camino, que se mantiene en el punto de vista materialista”. (16)
La subjetividad de la verdad científica es la expresión de la actividad creadora del hombre, del sujeto, que no se puede desligar de cualquiera proposición verdadera, de cualquier idea, pensamiento, concepto o categoría que refleje la realidad correctamente, científicamente.
La relación objetividad-subjetividad tiene un carácter histórico concreto, o sea depende de circunstancias referidas a un período determinado de la historia.
Marx exige al materialismo y en especial al de Feuerbach, con el que junto a Engels se sintieron interpretados en sus comienzos, tener en cuenta el lado activo, la actividad práctica humana, tener en cuenta al sujeto práctico, la subjetividad práctica que es diferente a la actividad teórica, a la actividad cognoscitiva, pero que se condicionan mutuamente.
Marx no reduce todo a una forma de práctica, solo hace la diferenciación entre la “actividad humana sensible”, práctica transformadora, de la actividad teórica contemplativa. La actividad humana puede ser comprobada empíricamente en la experiencia sensible, práctica. Lo conocido y expresado en pensamientos, ideas, conceptos, categorías (actividad cognoscitiva) son el reflejo del mundo material en imágenes subjetivas. Con ayuda de las imágenes subjetivas (de lo ideal) el hombre en sociedad puede reflejar la esencia de las cosas reales. Las imágenes subjetivas naturalmente no pueden ser separadas de la práctica humana, de la subjetividad práctica que tiene primacía sobre las imágenes subjetivas. Pero son las imágenes subjetivas las que permiten al hombre en sociedad conocer la esencia de las cosas y a través de la práctica confirmar si las imágenes subjetivas corresponden o no a la realidad, a los fenómenos, a las cosas, a los hechos, a la materia.
El conocimiento es un tipo de actividad de los hombres en sociedad y corresponde a su actividad teórica, pero la teoría por sí sola no esta en condiciones de transformar la realidad, cosa que la distingue de la práctica.
La práctica se transforma en objeto del conocimiento y no es solo su base, puesto que el hombre al conocer el mundo en que se desenvuelve conoce de las leyes de su desarrollo y ese conocimiento lo pone a disposición del mejoramiento de su propia práctica. La práctica plantea a su vez problemas a la teoría, al conocimiento y exige su solución.
La práctica subjetiva es más amplia que el trabajo o la producción material y al recordarlo no se pone en segundo lugar el trabajo o la producción material, ni se le subestima pues el trabajo y la producción material son el fundamento, la base de todo desarrollo. De igual manera en la relación teoría-práctica, la práctica tiene primacía por sobre la teoría o sea somos primero sujetos prácticos y después somos sujetos teóricos.
“En un principio era la acción”. (17) y no el verbo, dice Goethe por boca de Fausto.
En la tesis ocho Marx escribe: “La vida social es, en esencia, práctica. Todos los misterios que descarrían la teoría hacia el misticismo, encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esa práctica”. (18)
Un alcance necesario en la relación teoría-práctica es el de no separar mecánicamente la teoría de la práctica, error cometido por muchos teóricos al leer superficialmente la 11 Tesis de Marx: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. (19), pues al confrontar Marx el término “interpretar” con “transformar” está planteando más bien una nueva concepción de la relación entre filosofía y práctica, entre teoría y práctica.
En la tesis 11 Marx tampoco niega los esfuerzos de muchos filósofos en la historia por cambiar la realidad, pero lo nuevo en su filosofía es que encuentra su fundamento en la actividad práctica humana y su capacidad de transformar la realidad. De allí la denominación de filosofía de la práctica o de la praxis (Palabra griega) para denominar la filosofía del marxismo. Marx no desecha las interpretaciones solo confirma que la filosofía es insuficiente como guía de la actividad práctica humana. Tampoco Marx hace apología de la práctica por la práctica de la que se consideraba un crítico, lo que hace es una correcta fusión de teoría y práctica. Se debe distinguir entre teoría y práctica, pero al mismo tiempo, teoría y práctica son inseparables entre sí.
La teoría cuando es científica o sea cuando refleja correctamente el objeto y generaliza la práctica, contribuye a su vez al propio desarrollo de la práctica. Se produce una fusión entre teoría y práctica. “La teoría solo se realiza en un pueblo en la medida en que ella misma es la realización de las necesidades de ese pueblo”, escribe Marx en su “Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel” y a su vez en la misma introducción Marx agrega: “No basta con que el pensamiento impulse (acucie, desee, anhele, vaya, apresure) hacia la realización; la misma realidad debe acercarse al pensamiento”. (20). En ese sentido debe comprenderse la frase de Lenin “sin teoría revolucionaria, no puede haber tampoco movimiento revolucionario” (práctica revolucionaria), (21) en el sentido que el conocimiento, la teoría, puede adelantarse a la práctica de un periodo histórico determinado, pero, y este pero es importantísimo, puede adelantarse solo en el sentido de mostrar las tendencias generales del posible desarrollo que nuevamente irá siendo transformado, cambiado, moldeado, por la propia práctica. O sea, la teoría no se adelanta de manera profética, no profetiza nada.
El término “práctica revolucionaria” lo utiliza Marx en su tercera tesis: “La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana solo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria”. (22)
La teoría puede realizarse en la vida, en la realidad, sólo cuando ella misma sea la realización de la realidad. El marxismo como teoría por tanto no inventa ideales sociales, sino que descubre, investigando en la realidad misma, las tendencias en su propio desarrollo.
Con otras palabras, sin teoría revolucionaria puede haber cualquier tipo de práctica menos una práctica que favorezca el desarrollo social, y genere las condiciones para la liberación definitiva de la clase obrera y todas las clases explotadas por la oligarquía financiera, en las condiciones del capitalismo.
La teoría sin práctica no tiene objeto y la práctica sin teoría es ciega.
“La teoría se convierte en poder material tan pronto como se apodera de las masas”. (23)
La concepción marxista de los procesos sociales, del movimiento y desarrollo de la sociedad, se expresa en la idea de que es el propio hombre quien hace su historia y que las leyes que rigen la sociedad, las fuerzas motrices que la determinan, se deben buscar en la práctica social, en el trabajo creador de millones de seres humanos, en la actividad creadora de las masas populares.
En 1844 Marx y Engels estudian la historia y las condiciones sociales de Inglaterra y Francia y llegan a la conclusión que es el proletariado la única clase que puede y debe asumir el rol dirigente en la transformación de la sociedad, solo le falta la conciencia de su misión, la ciencia y la filosofía. Esta idea expuesta en varios artículos la desarrollan Marx y Engels ya en 1844 en el libro “La Sagrada Familia” (Apareció en febrero de 1845) escrito conjuntamente. Al referirse a la necesidad de que el proletariado se libere porque se condensan en él todas las condiciones de la sociedad actual agudizadas del modo más inhumano, concluyen que no podrá liberarse a si mismo sin abolir sus propias condiciones de vida… “Su meta y su acción histórica se hallan clara e irrevocablemente predeterminadas por su propia situación de vida y por toda la organización de la sociedad burguesa actual”. (24)
En el libro de Engels “Ludwig Feuerbach” citado al inicio de este artículo y a propósito de lo que Marx y Engels entienden por sistema filosófico escribe: “El sistema es, cabalmente, lo efímero en todos los filósofos, y lo es precisamente porque brota de una necesidad imperecedera del espíritu humano: de superar todas las contradicciones. Pero superadas todas las contradicciones de una vez y para siempre, hemos llegado a la llamada verdad absoluta, la historia del mundo se ha terminado, y sin embargo, tiene que seguir existiendo, aunque ya no tenga nada que hacer, lo que representa, como se ve, una nueva e insoluble contradicción”. (25)
Había necesidad por tanto de oponer a la vieja filosofía, a todos los “sistemas filosóficos”, la filosofía dialéctica que no impone a la naturaleza y a la historia ideas inventadas o artificiosas y subjetivas, si no que descubre en las concatenaciones reales, materiales, entre las cosas, las leyes que rigen el movimiento de los fenómenos mismos, leyes que son tendenciales. La filosofía materialista-dialéctica ya no necesita de una filosofía superior a las demás ciencias y Engels lo explica en su libro Anti Dhüring: “Desde el momento en que cada ciencia tiene que poner en claro la posición que ocupa en la concatenación universal de las cosas y en el conocimiento de éstas, no hay ya margen para una ciencia especialmente consagrada a estudiar las concatenaciones universales. Todo lo que queda en pie de la anterior filosofía, con existencia propia es la teoría del pensar y de sus leyes: la lógica formal y la dialéctica. Lo demás se disuelve en la ciencia positiva de la naturaleza y de la historia” (26) de esta manera la filosofía tendrá por objeto ahora como ciencia, el pensamiento humano y el método de pensar; y en un sentido más amplio, la dialéctica como método universal de investigación.
La filosofía que criticaban Marx y Engels era la filosofía que se oponía a las ciencias positivas, a las ciencias particulares de la naturaleza y de la sociedad y que extraía sus conclusiones de la “razón” y no de los datos de las investigaciones científicas de las ciencias particulares. Ahora aparecía una filosofía que no se consideraba ella como una ciencia “absoluta” que pretende resolver todos los enigmas, sino que, como cualquier otro conocimiento de la realidad, se desarrolla y nunca llega a un punto o verdad definitiva. La nueva concepción no es una “ciencia de las ciencias” que se contrapone a las ciencias concretas que estudian formas determinadas del movimiento de la materia. La nueva concepción filosófica, se propone estudiar las leyes comunes a todas las formas del movimiento de la materia. La nueva filosofía no puede estar apartada de la vida, de la vida social y de los oprimidos, de los trabajadores y Marx lo expone de la siguiente forma: “Así como la filosofía encuentra en el proletariado sus armas materiales, el proletariado encuentra en la filosofía sus armas espirituales” (27)
Lo más importante de la filosofía creada y elaborada por Marx y Engels se refiere al valor metodológico de la nueva concepción materialista de la historia. El método deberá ser medio de cognición y de reproducción en la mente del objeto estudiado.
La nueva filosofía dará importancia a la forma de abordar los problemas, dará importancia a los procedimientos para el descubrimiento de los fenómenos.
En una carta a Werner Sombart, Engels le escribe: “Pero toda la concepción de Marx no es una doctrina, sino un método. No ofrece dogmas hechos, sino puntos de partida para la ulterior investigación y el método para dicha investigación” (28)
Al definir la dialéctica como método universal de conocimiento de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento se debe recordar que los procesos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento discurren dialécticamente o sea se rigen por las leyes de la dialéctica, podemos concluir por tanto que la dialéctica subjetiva (pensamiento dialéctico) es posible por la dialéctica objetiva de la propia naturaleza. Debemos recordar que sería incorrecto considerar la dialéctica sólo como método y el materialismo sólo como teoría, pues el método no sólo es dialéctico sino también materialista y la teoría es no sólo materialista sino también dialéctica.
Desde los inicios del marxismo como teoría se han dicho y escrito muchas tonterías en su nombre y en la actualidad no dejan de escribirse. Al respecto Yuri Plejanov lo recuerda en su libro “Las cuestiones fundamentales del marxismo” citando a Miguel Ángel quien decía de si mismo: “mis conocimientos engendrarán gran número de ignorantes”. Esta predicción se ha cumplido, desgraciadamente, en cuanto se refiere al marxismo. Son las concepciones de Marx las que en la actualidad engendran tantos ignorantes. La culpa no es evidentemente de Marx sino de aquellos mismos que dicen tantas tonterías en su nombre. Para evitarlo es necesario comprender el valor metodológico del materialismo histórico”. (29)
El desprecio por la filosofía marxista es capitulación ideológica y la capitulación ideológica es el comienzo de la capitulación política.
Los aciertos en política dependen en un importantísimo porcentaje de la visión teórica, esto significa un correcto análisis de las necesidades objetivas de las condiciones sociales y de las experiencias de lucha de los trabajadores.
Al escribir acerca del “germen genial de la nueva teoría” nos hemos propuesto un solo objetivo: incentivar la lectura de los clásicos del marxismo. No pretendemos más. Si alguien solo memorizase las frases seleccionadas y las usare sin tener en cuenta las condiciones concretas de una investigación o discusión, significa que no ha comprendido nada del objetivo, menos del método de Marx.
Lenin quien fue implacable en contra del relativismo y el dogmatismo escribió: “El dogmatismo se aferra a las citas de los libros como eruditos que parecen tener un fichero de citas en la cabeza y las sacan a relucir cuando las necesitan; pero si se da una nueva situación, no descrita en los libros se desconciertan y sacan del fichero justamente la cita que no viene al caso” (30)
Lo expuesto ha sido posible por el “contacto amistoso y choque hostil” (31) de ideas con mis camaradas y amigos David Canales U. y Juan Cuenca B.
Bibliografía
1) F. Engels. “Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana”. Editorial Progreso. 1974. Pág. 6
2) C. Marx, F. Engels. Editorial Progreso. OE en 3 t. t 1, Pág. 519.
3) F.E, C.M. Prólogo a “La Sagrada familia”. Editorial Grijalva 1958, Pág. 73.
4) V. I. Lenin. OC, t 26. Editorial Progreso 1984. Pág. 48.
5) C. Marx, F. Engels. Editorial Progreso. OE en 3 t. t 1, Pág. 523.
6) F. Engels. “Ludwig Feuerbach… Pág. 6.
7) Obra citada. Pág. 54.
8) Obra citada. Pág. 55.
9) C. Marx, F. Engels. Editorial Progreso. OE en 3 t. t 3, Pág. 66
10) Obra citada. Pág. 55.
11) Obra citada. Pág. 56.
12) Obra citada. Pág. 56.
13) Obra citada. Pág. 54-55
14) F. Engels. “Ludwig Feuerbach… Pág. 19.
15) V. I. Lenin. “Cuadernos filosóficos”. Editorial Ayuso. 1974. Pág. 198.
16) V. I. “Lenin. Materialismo y Empiriocriticismo” Editorial Progreso. 1974. Pág. 144.
1974. Pág. 19.
17) W. Goethe. “Fausto”. Editorial Sopena. 1976. Pág.33.
18) F. Engels. “Ludwig Feuerbach… Pág.56.
19) obra citada, Pág. 57.
20) C. Marx. “En torno a la critica de la filosofía del derecho, de Hegel, y otros ensayos”. Editorial Grijalbo. 1958. Pág. 11.
21) V. I. Lenin. Editorial Progreso. OE en 3 t. t 1, Pág. 137.
22) F. Engels. “Ludwig Feuerbach…Pág. 55.
23) C. Marx, F. Engels. “La Sagrada Familia”. Editorial Grijalbo 1958. Pág. 10.
24) Obra citada. Pág. 102.
25) F. Engels. “Ludwig Feuerbach… Pág.12.
26) F. Engels “El Anti-Dühring. Editorial claridad 1939. Pág. 33.
27) C. Marx. “En torno a la critica de la filosofía del derecho, de Hegel, y otros ensayos”. Editorial Grijalbo. 1958. Pág. 15.
28) C. Marx, F. Engels. Editorial Progreso. OE en 3 t. t 1, Pág. 534.
29) Yuri Plejánov. Editorial Fontanera. Barcelona. Pág. 53.
30) V. I. Lenin OC, tomo IX. Pág. 441. Editorial Progreso 1984.
31) F. Engels. “Ludwig Feuerbach…Pág. 24
David Mc Conell.