Archivos de la categoría: Opinión

A 99 años de la fundación de la Internacional Comunista

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

ANTECEDENTES

En 1864 nació en Londres, fundada entre otros por Karl Marx y Friedrich Engels, la Asociación Internacional de los Trabajadores o Primera Internacional, que por primera vez en la historia agrupaba a los trabajadores de distintos países. Esta se disolvió en 1876.
En 1889, Friedrich Engels promovió la creación de la Segunda Internacional, creada en París. Agrupó a los partidos socialistas, socialdemócratas y laboristas, formando un amplio bloque internacional de partidos de izquierda, adheridos todos en mayor o menor grado a las doctrinas del socialismo.

LA TRAICIÓN DE LOS REFORMISTAS

Al comenzar la Primera Guerra Mundial en 1914, los dirigentes de la Segunda Internacional –traicionando los principios del internacionalismo proletario- llamaron a los trabajadores a defender su patria, es decir a matarse entre ellos en aras de los intereses de los capitalistas de sus respectivos países.

Los sectores revolucionarios celebraron la Conferencia de Zimmerwald en septiembre de 1915 y la Conferencia de Kienthal en abril de 1916. Ambas en Suiza. En estas conferencias las organizaciones revolucionarias manifestaron su ruptura con la Internacional Socialista y se convirtieron en la base de la III Internacional, construida por los partidos socialistas que se habían opuesto a la guerra.

SE CREAN CONDICIONES PARA UNA NUEVA INTERNACIONAL

La Revolución Rusa abrió una nueva época de la humanidad. Tras el triunfo de los bolcheviques, se inició una guerra civil, en la cual el poder soviético se defendió de los ejércitos de 14 países que invadieron el país de los soviets para intentar frenar la revolución.
Los capitalistas del mundo entero estaban alarmados por el hecho que la clase obrera y los campesinos se hubieran tomado el poder político por vía violenta y estuvieran construyendo una nueva sociedad. En todo el mundo el proletariado celebró este hecho.
En muchos lugares se desarrollaba el movimiento obrero: La revolución comenzó a avanzar en Europa. En Austria, venía desarrollándose el movimiento revolucionario. En Hungría, fue proclamada la República de los Soviets. La oleada revolucionaria hizo aparecer a los Partidos Comunistas en Europa. Esto creó una base real para la unificación de los Partidos Comunistas en la Tercera Internacional, en la Internacional Comunista.

SURGE LA INTERNACIONAL COMUNISTA

Convocado por Lenin, tuvo lugar en Moscú, entre el 2 y el 6 de marzo de 1919 el Primer Congreso de los Partidos Comunistas de varios países. Durante su desarrollo, el 4 de marzo de 1919, a iniciativa de Lenin y de los bolcheviques, fue fundada la Internacional Comunista o Tercera Internacional, también llamada Comintern. Aunque el bloqueo y las persecuciones de los imperialistas impidieron a muchos delegados llegar a Moscú, tomaron parte en este primer Congreso representantes de los más importantes países de Europa y América. El Congreso fue dirigido por Lenin.

LOS CONGRESOS DE LA INTERNACIONAL

La Internacional Comunista celebró siete congresos mundiales. En el ya mencionado Primer Congreso Mundial de la Internacional Comunista, se abordó el tema la “democracia burguesa y la dictadura del proletariado” y la necesidad de difundir el sistema de soviets. Se nombró al dirigente bolchevique ruso Grigori Zinoviev presidente del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista (CEIC), que era la máxima autoridad de la III Internacional durante el periodo entre los congresos. En este primer Congreso se determinó la tajante separación entre comunistas y socialistas, y se definió el programa de “expansión revolucionaria” por el cual los delegados comunistas trabajarían para obtener el poder en sus respectivos países siguiendo el modelo de la Revolución Rusa.

El Segundo Congreso Mundial de la Internacional Comunista se reunió en Moscú, entre el 19 de julio y el 7 de agosto de 1920. En este congreso se insistió en la necesidad de propagar el sistema de soviets entre el proletariado y así formar grupos de militantes aptos para tomar el poder y ejercer funciones administrativas, dejando de lado la sola política partidaria. Debido a las numerosas organizaciones socialdemócratas que solicitaban el ingreso a la Internacional, se acordaron las 21 condiciones previas que debía cumplir todo partido político para la adhesión a la Internacional, y se aprobaron los primeros estatutos.

El Tercer Congreso Mundial de la Internacional Comunista se celebró entre el 22 de junio y el 12 de julio de 1921 en Moscú. En él, se combatieron las posturas ultraizquierdistas de algunos partidos comunistas. También se trató acerca de la importancia de incorporar a las mujeres trabajadoras al movimiento comunista.

El Cuarto Congreso Mundial de la Internacional Comunista tuvo lugar en Moscú, entre el 30 de noviembre y el 5 de diciembre de 1922. En él, se profundizó en las tácticas del llamado “frente único”.

El Quinto Congreso Mundial de la Internacional Comunista se celebró en Moscú, entre junio y julio de 1924, después de la muerte de Lenin.

El Sexto Congreso Mundial de la Internacional Comunista tuvo lugar entre julio y septiembre de 1928 en Moscú. Se aprobó la consigna de “clase contra clase”, que marcó el comienzo del llamado “Tercer Periodo”.

En 1934 el comunista búlgaro Georgi Dimitrov, residente en la URSS, fue elegido para dirigir la Internacional Comunista hasta su disolución.

EL SÉPTIMO CONGRESO DE LA INTERNACIONAL

Del 25 de julio al 20 de agosto de 1935 se realizó en Moscú el VII Congreso de la Internacional Comunista. Concurrieron 513 delegados de 65 partidos comunistas y organizaciones afines. Estuvieron presentes personalidades como Dolores Ibarruri, Ho Chi Ming, Palmiro Togliatti, Jorge Dimitrov. También Carlos Contreras Labarca, Secretario General del Partido Comunista de Chile.
Ese importante evento mundial llamó a constituir amplios frentes antifascistas en todos los países, los frentes populares, y crear gobiernos de frente único antifascista.

ASÍ LO RECORDABA CARLOS CONTRERAS LABARCA

“Yo era entonces el Secretario General del Partido Comunista de Chile y en tal carácter participé oficialmente en las sesiones del VII Congreso de la Internacional. Fue una distinción muy grande para nuestro Partido, que venía saliendo del período de la dictadura de Ibáñez, que nos había causado mucho daño. Éramos un partido pequeño, pero muy activo, muy combativo, y fue seguramente a la luz de esos antecedentes que la Internacional Comunista consideró conveniente dar a los comunistas chilenos la oportunidad de presenciar y participar en un torneo de tan extraordinaria importancia, en el que se trataba de diseñar la estrategia y la táctica a seguir en la lucha contra el fascismo y el peligro de la guerra. Fue debido a eso, seguramente, que se me hizo el honor, con gran sorpresa de mi parte, de participar en la Comisión de Mandatos, comisión que, como se sabe, es la llave de un congreso, y se me ofreció luego, en sesión de asamblea, la posibilidad de hablar cerca de una hora, lo que es realmente excepcional en eventos como ése.
En el VII Congreso participaron 76 partidos y organizaciones, de los cuales sólo 22 eran de carácter legal. Los delegados eran en total 513. La Presidencia honoraria le fue conferida al héroe del pueblo alemán, dirigente de su Partido Comunista, Ernesto Thaelmann, y otro alemán, Wilheim Pieck, miembro del Comité Ejecutivo, tuvo a su cargo el informe general del trabajo de la Internacional Comunista. Después apareció en la tribuna el compañero Dimitrov”.

AUTODISOLUCIÓN DE LA INTERNACIONAL

La autodisolución fue acordada el 15 de mayo de 1943 por el Presidium de la Internacional Comunista. En resolución de esa fecha se señaló: “Disolver la Internacional Comunista como centro dirigente del movimiento obrero internacional, liberar a las Secciones de la Internacional Comunista de las obligaciones derivadas de los Estatutos y resoluciones de los Congresos de la Internacional Comunista” (Citado en “Principios” Nº 24, junio de 1943, página 4).

Gladys Marín Millie (1942-2005)

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

El domingo 6 de marzo de 2005, dejó de latir el corazón de la única mujer que ha ocupado la máxima responsabilidad en el Partido Comunista de Chile, la compañera Gladys del Carmen Marín Millie.
Había nacido en Curepto, el 16 de julio de 1941. Su madre, Adriana Millie, era maestra primaria. Su padre, Heraclio Marín, campesino.
Pronto el padre abandonó la familia y doña Adriana debió hacerse cargo de sus cuatro hijas.

PRESIDENTA DE LA FEDERACIÓN DE ESTUDIANTES NORMALISTAS

En 1945 la familia se trasladó a la localidad de Sarmiento; después a Talagante. En esa ciudad, Gladys asistió a la escuela primaria y participó en organizaciones cristianas, llegando a ser Presidenta de la Acción Católica. La enseñanza media la recibió en el Liceo Nº 5 de Santiago. Ingresó a la Escuela Normal Nº 2 de Santiago. Se distinguió entre el alumnado por sus cualidades de líder, siendo elegida Presidenta de la Federación de Estudiantes Normalistas.

SE INCORPORA A LAS JUVENTUDES COMUNISTAS

En 1957 se tituló como profesora. Ejerció como maestra en la Escuela Nº 130 para niños con deficiencias mentales, que funcionaba al interior del Hospital Psiquiátrico, en la avenida Santos Dumont.

En 1958 ingresó a las Juventudes Comunistas.

CUANDO LA CONOCÍ

Fue en el IV Congreso Nacional de las Juventudes Comunistas de Chile, realizado en Santiago entre el 20 y el 23 de febrero de febrero. El sábado 20 se inauguró con un gran acto en el Parque Bustamante, junto al monumento de Manuel Rodríguez. Este comenzó con un hermoso festival folklórico, cuya figura central fue Violeta Parra.

En la mañana del domingo 21, con gran despliegue y combatividad, cientos de jóvenes venidos de todas las provincias y muchos de la capital, nos congregamos en el Teatro Balmaceda para escuchar el Informe Central, rendido por el compañero Manuel Cantero.
Finalizado éste, se anunció que, en nombre del Partido, hablaría el miembro de su CC, Juan Vargas Puebla. Entonces, nos pusimos de pie y cantamos La Internacional.

El Congreso continuó por la tarde con una asamblea plenaria en la sede del CC del Partido, en Teatinos 416. Después los 134 delegados nos dividimos en cinco comisiones y nos fuimos a sesionar en el local de la FECH. Proseguimos el lunes 22 con el trabajo de comisiones.
En el último día, martes 23 de febrero, hubo votaciones para designar el Comité Central. Resulté reelegido. Éramos 25 miembros, entre ellos cuatro compañeras. Una de ellas era Gladys Marín, a quien conocí en ese, para mí, inolvidable evento juvenil. Al constituirse el nuevo CC, elegimos a Mario Zamorano como secretario general.

Finalizó el evento con la intervención de Juan Vargas Puebla en nombre del Comité Central del Partido Comunista de Chile.

SECRETARIA GENERAL DE LAS JJ CC

En 1963, se casó con Jorge Muñoz Poutays, entonces estudiante de Ingeniería, a quien había conocido en 1959 Tuvieron dos hijos: Rodrigo y Álvaro.

En 1965, tuvo lugar la VI Conferencia Nacional de las Juventudes Comunistas. El Secretario General Mario Zamorano fue promovido al Partido. Gladys Marín pasó a ser la máxima autoridad de las JJ CC.
En ese mismo año fue elegida diputada comunista por el Segundo Distrito de Santiago, que estaba formado por entonces por las comunas de Renca, Conchalí, Recoleta, Independencia, Colina. Tiltil, Talagante, Curacaví, Quinta Normal y Barrancas (actual Pudahuel). Gladys tenía por entonces 23 años de edad.

En 1966 se desarrolló el V Congreso Nacional de las JJ CC, y en 1969 el VI Congreso. En ambos, Gladys Marín fue reelegida Secretaria General.

REELEGIDA DIPUTADA COMUNISTA POR TERCERA VEZ

En las elecciones parlamentarias 1969 volvió a ser electa diputada por el Segundo Distrito.

En 1972 en el VII Congreso de las Juventudes Comunistas de Chile, nuevamente Gladys Marín resultó reelegida Secretaria General.

En marzo de 1973 se efectuaron importantes elecciones parlamentarias en las que la posición pretendía obtener una contundente victoria y poder derrocar constitucionalmente al Presidente Allende.

No lo lograron. Gladys Marín, por tercera vez postuló en el Segundo Distrito y salió elegida con una alta votación, ejerciendo ese cargo hasta el golpe fascista.

EXILIO Y RETORNO CLANDESTINO

Luego del golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, contra su voluntad y acatando instrucciones de su Partido, se asiló en la Embajada de Holanda, donde permaneció ocho meses y luego salió al exilio. Jorge Muñoz, su compañero, quedó en Chile. En diciembre de 1976 fue detenido por agentes de Pinochet y hasta hoy forma parte de la lista de patriotas detenidos-desaparecidos.

En enero de 1978 tuvo lugar en Budapest (Hungría) un Pleno del Comité Central de las Juventudes Comunistas de Chile. Informó Gladys Marín, que ese mismo año retornó clandestinamente a la patria. Con audacia y valor luchó contra la dictadura. Encabezó la dirección interna del Partido hasta el XIX Congreso clandestino, realizado en San Sebastián en mayo de 1989. Fue uno de los combatientes que, de verdad, contribuyeron a que terminara la noche del terrorismo de Estado.

En marzo de 1990 finalizó la dictadura.

EN EL XVI CONGRESO METROPOLITANO

En Julio de 1994 se desarrolló el Congreso Regional Metropolitano. Tanto en la Comisión en que participé, como en la plenaria final, enfaticé en la necesidad de llevar la proposición de cambiar la enumeración de los Congresos Nacionales del Partido y que el XVI se convirtiera en el XX.

Ocurrió que, terminada la sesión plenaria, me encontré con los miembros de la Comisión redactora de las conclusiones del Congreso Regional, que me dijeron que no iba mi proposición, porque ello no había quedado claro como una resolución. Estábamos en esa discusión cuando pasó la compañera Gladys. Le expliqué de lo que se trataba y ella dijo: “Iván tiene razón, la proposición que él hizo fue aprobada. Debe ir en las resoluciones del Congreso Regional”.

EL CONGRESO QUE SE INICIÓ COMO EL XVI

Mi propuesta, apoyada por la compañera Gladys Marín, se incorporó al Informe entregado el 11 de agosto de 1994 por el compañero Volodia Teitelboim, secretario general del Partido, ante el XVI Congreso Nacional del Partido Comunista. En él planteó:
“Después del XV Congreso, tras el análisis de su historia, se resolvió establecer como fecha de fundación de nuestro Partido el 4 de junio de 1912. Tomando en cuenta los Congresos nacionales realizados por el Partido Obrero Socialista, queremos proponer a esta magna reunión que este XVI Congreso pase a llamarse el XX Congreso del Partido fundado por Recabarren, del Partido Comunista. Corresponde pronunciarse democráticamente sobre esta proposición”.

Fue aprobada por unanimidad. Así, este evento partidario, iniciado con el número XVI, finalizó como el XX Congreso del Partido Comunista de Chile.

SECRETARIA GENERAL DEL PARTIDO COMUNISTA

En ese Congreso, se eligió un nuevo Comité Central, que designó a Gladys Marín Secretaria General del Partido.

En las elecciones parlamentarias de 1997 fue presentada como candidata al Senado por la VII Circunscripción Santiago Oriente. Obtuvo 174.780 votos, el 15,69%, que correspondió a la cuarta mayoría nacional. Pero no fue elegida. Lo impidió la nueva ley maldita, el sistema binominal, impuesto por la dictadura.
En octubre de 1998 tuvo lugar el XXI Congreso del PC. Fue reelegida Secretaria General.

LA PRIMERA QUERELLA CONTRA PINOCHET

Gladys Marín fue una incansable luchadora por los derechos humanos. El 12 de enero de 1998 interpuso la primera querella contra el ex dictador Augusto Pinochet.

CANDIDATURA PRESIDENCIAL

En las elecciones presidenciales del domingo 12 de diciembre de 1999 el Partido Comunista llevó como candidata a Gladys Marín. Gladys obtuvo el 3.19% de los votos válidamente emitidos.

PRESIDENTA DEL PARTIDO COMUNISTA

En el XXII Congreso realizado en Santiago del 31 de octubre al 3 de noviembre de 2002 pasó a ocupar el cargo de Presidenta del Partido Comunista. La primera mujer en tener ese honor.

SU ENFERMEDAD

El 25 de septiembre de 2003 fue internada en una clínica de Santiago. Se le diagnosticó cáncer cerebral. El 1 de octubre viajó a Estocolmo (Suecia) para ser intervenida en la Clínica Karoliska. El 19 de octubre llegó a La Habana (Cuba) para iniciar un proceso de rehabilitación dispuesto por su amigo personal, Fidel Castro. En el 2004, aún permaneciendo en ese país, fue nuevamente operada de una necrosis de tejidos.

En octubre de 2004 volvió a Chile. El 7 de noviembre regresó a Cuba para retornar a Chile un mes después.

Condecorada por Fidel Castro con la Orden José Martí en La Habana el viernes 12 de marzo de 2004.

EMOTIVO RECIBIMIENTO EN SANTIAGO

A las seis de la mañana del domingo 14 de marzo de 2004 aterrizó en el Aeropuerto Arturo Merino Benitez de Santiago el avión en venía desde Cuba, Gladys Marín, luego de permanecer cinco meses de tratamiento en la Isla. Llegó con un ramo de flores en sus manos y un rojo pañuelo cubriéndole la cabeza. Feliz se dirigió a los cientos de personas que la esperaban y dijo: “Estoy muy emocionada con el apoyo que me ha dado mi pueblo”.

UN DOMINGO EN QUE NO BRILLÓ EL SOL

Con su proverbial valor, Gladys libró la batalla contra el cáncer hasta sus últimas fuerzas, rodeada del cariño de millones de demócratas de toda la tierra.

Falleció a la una de la mañana del domingo 6 de marzo de 2005 en su casa de Lo Cañas ubicada en la comuna de La Florida, Santiago. Sus restos fueron trasladados, entre una impresionante cadena humana que se extendió desde su hogar al ex Congreso Nacional. Allí tuvo lugar un multitudinario velatorio. Miles y miles de personas llegaron a rendirle homenaje. El Gobierno decreto dos días de duelo oficial. Un periódico la llamó “la roja de todos”.

Hacen guardia de honor, entre otros, el músico Lalo Parra, la actriz Rosa Ramírez y el escritor Pedro Lemebel.

LA MÁS MULTITUDINARIA DESPEDIDA HASTA HOY

Miles y miles de chilenos la sintieron suya. Por eso, esa multitud de gente sencilla y de personalidades, que le tributaron el 8 de marzo de 2005 la más masiva despedida conocida hasta hoy en Chile.
Gladys Marín Millie, maestra primaria, entregó sus lecciones de valor, heroísmo, consecuencia y claridad política, a una escuela multitudinaria, cuyos alumnos son aquellos que, siguiendo su ejemplo, construirán el Chile del mañana.

EL PUEBLO NO OLVIDA A SU HEROÍNA

Entre más transcurre el tiempo en vez del olvido, aumenta el cariño, la admiración y el respeto para la maestra normalista, que entregó su vida entera a la causa de los más humildes, de los explotados.
El recuerdo de esa mujer valiente y combativa está sembrado en la consciencia y el corazón de quienes luchan, como ella lo hizo, por construir la primavera de los pueblos. Por el derecho de todos a vivir en paz; a compartir el pan, la felicidad y la poesía.

¡Gladys, presente! ¡Ahora y siempre!

Ernst Thälmann

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

“Ser soldado de la revolución significa: guardar fidelidad infrangible a la causa, una fidelidad que se comprueba tanto en la vida, como en la muerte; significa demostrar absoluta fiabilidad, confianza, audacia y energía en cualquier situación.” Ernst Thälmann

El 3 de marzo de 1933, la Gestapo arrestó a Ernst Thälmann en Berlín. No. fue juzgado. Los nazis no quisieron correr el riesgo que se repitiera lo ocurrido en el juicio de Dimitrov, cuando éste dirigente comunista búlgaro demostró que los cargos en su contra por haber incendiado el Reichstag eran falsos.

Para su cumpleaños número 50, el 16 de abril de 1936, estando en prisión, Thälmann recibió saludos de todo el mundo, incluyendo los de Máximo Gorki y Heinrich Mann. Ese mismo año estalló la Guerra Civil Española, y dos batallones de las Brigadas Internacionales se nombraron en honor de Ernst Thälmann.

SUS INICIOS

Ernst Thälmann nació en Hamburgo, Alemania, el 16 de abril de 1886. Desde los 8 años de edad trabajó en un barco carguero. Cuando realizó su servicio militar, le dieron de baja pronto, pues ya lo veían como un peligroso agitador político.
El 14 de enero de 1915, se casó con Rosa Koch. Hacia finales de 1917 se hizo miembro del Partido Socialdemócrata Independiente, de Alemania (USPD).

SE INCORPORA AL PARTIDO COMUNISTA

En noviembre de 1920 se incorporó al KPD (Kommunistische Partei Deutschlands). Un mes más tarde fue elegido miembro de su comité central. En marzo de 1921 lo despidieron de su trabajo debido a sus actividades políticas. Ese mismo año, Thälmann participó en el Tercer Congreso de la Internacional Comunista, realizado en Moscú, representando al KPD.

LA FRACASADA SUBLEVACIÓN DE 1923

El 18 de junio de 1922 miembros nacionalistas de extrema derecha intentaron asesinarlo, lanzándole una granada de mano. Su esposa e hija resultaron heridas.
Thälmann ayudó a organizar la Sublevación de Hamburgo del 23 al 25 de octubre de 1923. Ésta fracasó. Thälmann debió permanecer clandestino durante un tiempo.
En febrero de 1924 fue nombrado vicepresidente del KPD y, en mayo, del Reichstag (Parlamento alemán).

DIRIGENTE DE LA INTERNACIONAL

Thälmann participó en el Quinto Congreso de la Internacional Comunista, realizado en Moscú entre el 17 de junio al 8 de julio de 1924. En ese evento fue elegido miembro de su Comité Ejecutivo.
El 30 de octubre de ese año fue nombrado presidente del KPD y candidato a la presidencia de Alemania.
En octubre de 1926 apoyó la huelga de obreros de Hamburgo. El 22 de marzo de 1927 Thälmann participó en una manifestación en Berlín, en donde fue herido.

“CLASE CONTRA CLASE”

Entre el 9 de junio e el 14 de junio de 1929, tuvo lugar en Berlín el XII Congreso del KPD. En esa ocasión, Thälmann pronunció un discurso de clara confrontación con el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), que estaba en el gobierno. Ello por la represión llevada a cabo en las jornadas del “mayo sangriento”, en los cuales la policía asesinó a 32 personas, reprimiendo las manifestaciones prohibidas por el Ministro del Interior, Carl Severing, militante del SPD.

Eran los tiempos en que Thälmann y el KPD luchaban contra el SPD como su enemigo político principal, siguiendo la pauta de la Internacional Comunista que declaró a los socialdemócratas “social-fascistas”, en base a la línea ultraizquierdista de “clase contra clase”. (Esta posición se mantuvo hasta 1935, año en que el VII Congreso de la Internacional Comunista, acordó la línea de los amplios frentes populares contra la guerra y el fascismo).

CANDIDATO A LA PRESIDENCIA

En las elecciones presidenciales del 13 de marzo de 1932 se presentaron tres candidatos: Paul von Hindenburg, Adolfo Hitler y Ernst Thälmann. El KPD realizó su campaña con el lema: “un voto para Hindenburg es un voto para Hitler; un voto para Hitler es un voto para la guerra”. Thälmann quedó tercero, obteniendo un 10.2% de los votos. Poco después, Thälmann propuso al SPD la formación de una coalición antifascista, un frente unido contra los nazis.

El KPD en campaña en elecciones presidenciales

Posteriormente, el 30 de enero de 1933, los nazis ganaron las elecciones parlamentarias. Entonces, Thälmann propuso que el SPD y KPD debían organizar una huelga general para derribar Hitler. Pero esto no se logró.

El 7 de febrero de 1933, en una reunión del Comité Central del KPD, ya prohibido por las autoridades, Thälmann planteó la necesidad de un derrocamiento violento del gobierno de Hitler.

FUSILADO EN BUCHENWALD

Buchenwald

El 17 de agosto de 1944, luego de más de 11 años de prisión, Thälmann fue trasladado de la prisión de Bautzen al campo de concentración de Buchenwald.

El 18 de agosto por órdenes de Hitler fue fusilado y su cuerpo quemado inmediatamente. Poco después, las autoridades nazis cínicamente anunciaron que Thälmann había muerto en un ataque aéreo el 23 de agosto.

UN HÉROE DE NUESTRO TIEMPO

Ernst Thälmann fue un consecuente luchador antifascista. En su homenaje, dos batallones de las Brigadas Internacionales que combatieron en España contra el fascismo encabezado por Francisco Franco, llevaron su nombre. Los combatientes por un mundo mejor lo llevamos en nuestras banderas. Es uno de los líderes que marcaron la senda hacia la luz de un futuro esplendoroso.

Papa Pío XII: Su criminal silencio ante los crímenes del nazismo

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli nació en Roma, Italia, el 2 de marzo de 1876. Fue elegido papa el 2 de marzo de 1939 con el nombre de Pío XII, cargo que desempeñó hasta su muerte ocurrida en Castel Gandolfo, Italia, el 9 de octubre de 1958.

EL CONCORDATO CON HITLER

Antes de su elección al papado, Pacelli se desenvolvió como secretario de la Congregación de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, nuncio papal y cardenal secretario de Estado, desde donde pudo alcanzar la conclusión de varios concordatos internacionales con estados europeos y americanos, entre los que destacó el Reichskonkordat con Hitler, firmado en 1933. Por la parte nazi lo hizo el vicecanciller Franz von Papen; por el Vaticano el Ministro de Relaciones Exteriores, cardenal Pacelli.

Su liderazgo del papa Pío XII al frente de la Iglesia católica durante la Segunda Guerra Mundial sigue siendo motivo de análisis y controversia, principalmente en lo que respecta a su reacción frente a los crímenes del régimen nazi en Europa.

PÍO XII NO SE CONMOVIÓ ANTE EL HOLOCAUSTO JUDÍO

Se conoce el siguiente caso: Jan Karski era un joven católico que fue utilizado como correo por la resistencia polaca para informar sobre la situación de los judíos en el gueto de Varsovia. Casi 60 años después, sus declaraciones resultan estremecedoras sobre la inhibición del Vaticano y de la jerarquía católica frente a las atrocidades que los nazis estaban cometiendo en la capital polaca. Tras jugarse la vida en aquella difícil misión, Karski informó al Gobierno polaco en el exilio del genocidio que se estaba cometiendo. La información llegó a Pío XII, que, según Karski, se negó a condenar los hechos y a protestar ante las autoridades nazis.
Cuando fue elegido Papa en 1939, archivó una carta contra el racismo y el antisemitismo que su predecesor había preparado. Aún tras la llegada al Vaticano de informes sobre el asesinato de judíos, el Papa no llevó a cabo ninguna protesta ni verbal ni por escrito. En diciembre de 1942, se abstuvo de firmar una declaración de los Aliados que condenaba la exterminación de judíos. Cuando los judíos fueron deportados de Roma a Aushwitz, el Papa tampoco intervino. El Papa mantuvo su posición neutral durante la Guerra, con la excepción de algunas apelaciones a los dignatarios de Hungría y Eslovaquia al final de la guerra. Su silencio y la falta de una guía obligaron a los hombres de la Iglesia en toda Europa a decidir por su propia cuenta cómo reaccionar.

TAMPOCO SOLIDARIZÓ CON CATÓLICOS PERSEGUIDOS

Tanto desde Polonia como desde Checoslovaquia, países con mayorías católicas, se lanzaron angustiosos llamamientos contra la represión. Porque si bien las dimensiones del genocidio de los judíos no tienen parangón, el nacionalsocialismo persiguió a todos aquellos católicos que, en nombre de su moral y de sus ideas democráticas, se opusieron al régimen de Hitler. De hecho, un grupo de sacerdotes católicos fue internado en Dachau, al sur de Alemania, en los comienzos de la época nazi.

LA IGLESIA CATÓLICA FRACASÓ

El premio nobel alemán Günter Grass escribió 1972: Creo que al Vaticano no le conviene aparentar hoy esa actitud antifascista que no tuvo en tiempos de Hitler y Mussolini. Por muchos que fueran los sacerdotes católicos y creyentes cristianos que combatieron el fascismo y el nacionalsocialismo, la Iglesia católica (como instancia moral) fracasó desde el punto de vista histórico, dejó a sus creyentes en la estacada, se sometió a otros poderes, más aún, se deshizo de la ética cristiana: mientras se asesinaba, ella se refugiaba en el papel de Pilatos, practicando el lavado de manos. Además fue oportunista; se quedó al margen, por interés táctico, cuando el judío Jesucristo volvía a ser crucificado en la figura de seis millones de judíos, esta vez con modernas herramientas.

CON LA BANDERA PIRATA DEL ANTICOMUNISMO

Las actitudes anticomunistas del papa Pío XII se volvieron más fuertes después de la guerra. En 1948, Pío XII declaró que cualquier italiano católico que apoyara a los candidatos comunistas en las elecciones parlamentarias de ese año sería excomulgado e instó a la Acción Católica para que apoyara a la Democracia Cristiana.
En 1949, autorizó a la Congregación para la Doctrina de la Fe a excomulgar a cualquier católico que militara o apoyara al Partido Comunista.

PAPA PÍO XII, EL PAPA DE LA GUERRA FRÍA

Le tocó ser el papa de la Guerra Fría, y en este contexto su opción fue clara: ferviente anticomunismo y aproximación a la nueva potencia emergente, los Estados Unidos de América. En este sentido resultó determinante su amistad personal con Francis J. Spellman, arzobispo de Nueva York y vicario militar de las fuerzas norteamericanas, al cual nombró cardenal del título de Ss. Giovanni e Paolo (1946).

PERDÓN PARA LOS CRIMINALES DE GUERRA

Terminada la guerra, Pío XII también fue el vocero para instar a la clemencia y al perdón de todas las personas que participaron en la guerra, incluyendo a los criminales de guerra. Así también intercedió, mediante el nuncio apostólico en Estados Unidos, para conmutar las sentencias de los alemanes convictos por las autoridades de ocupación. El Vaticano solicitó el perdón para todos aquellos que estaban condenados a muerte, una vez que se permitió la ejecución de criminales de guerra en 1948.

RECONOCIÓ DICTADURA DE FRANCO

Reconoció explícitamente el régimen surgido en España de la Guerra Civil(1936-1939) En 1953 firmó con el general Franco un concordato que daba base jurídica al llamado “Nacional-catolicismo” español: con notables ventajas para la Iglesia a cambio de la legitimación de aquel sistema.

CONCORDATO CON EL TIRANO RAFAEL TRUJILLO

Pío XII también realizó el concordato con Rafael Trujillo dictador de la República Dominicana en 1954.

FALLECIÓ

Pío XII falleció en Castel Gandolfo, Italia, el 9 de octubre de 1958.

Nace el Frente de Acción Popular

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

En medio del reflujo que vivían las fuerzas democráticas durante el segundo Gobierno de Carlos Ibáñez (1952-1958), como consecuencia de la política antinacional y antipopular que éste aplicaba, el Partido Comunista, junto a Salvador Allende y otros dirigentes revolucionarios, continuaban realizando incansables gestiones por ampliar el Frente del Pueblo.

Y sus esfuerzos dieron resultado. Fue así, como el 29 de febrero de 1956 se fundó el Frente de Acción Popular, FRAP, amplia coalición de la Izquierda. Lo formaron los partidos Comunista, Socialista de Chile, Socialista Popular, Democrático; el Partido del Pueblo, Partido del Trabajo, Partido Radical Doctrinario, la Alianza Nacional de Trabajadores, el Partido de Intransigencia Radical Antiimperialista y la Vanguardia Nacional del Pueblo.

SOBRE LAS BASE DE LA UNIDAD PC-PS

El FRAP se constituyó sobre la base de la unidad de los trabajadores y del entendimiento socialista-comunista. En su nacimiento jugó un papel determinante la unidad de los asalariados, lograda al fundarse la CUT en 1953, que constituyó un significativo aporte al encuentro de la izquierda.

El FRAP fue una coalición en la que participaron dos partidos que tenían líneas tácticas distintas. Por una parte, el Partido Socialista, sostenía la tesis del Frente de Trabajadores; por otra, el Partido Comunista levantaba la línea del Frente de Liberación Nacional.
Luis Corvalán explica al respecto:

Luis Corvalán Lépez

“Nosotros levantamos la política del Frente de Liberación Nacional, concibiendo la necesidad de agrupar a muchas fuerzas, al proletariado, a amplios sectores de las capas medias e incluso a la burguesía nacional, a sectores que, perteneciendo a la burguesía están interesados objetivamente, aunque esto no fuera del todo consciente, en cambios sociales, cambios estructurales, en cambios democráticos en la sociedad chilena…
El Partido Socialista, por su lado, levantaba la política del Frente de Trabajadores, que implicaba una negativa al entendimiento con sectores de la burguesía”.

A PESAR DE LAS DIVERSAS APRECIACIONES

Alonso Daire, en su trabajo “La Política del Partido Comunista desde la Post-Guerra a la Unidad Popular”, publicado en “El Partido Comunista en Chile”, sostiene que las distintas estrategias de los dos partidos obreros “surge de la diferente apreciación que se tiene de la alianza política con la burguesía; de la diferente apreciación de la burguesía nacional y, por tanto, la diferente apreciación también del centro político chileno.

“El proyecto del Frente de Trabajadores del Partido Socialista asumía a la burguesía chilena como una burguesía reaccionaria e incapaz de asumir un rol democrático, y por lo tanto la necesidad de la unidad obrera de realizar cambios revolucionarios que aspiraran al socialismo…” El PS concluye –escribe Alonso Daire- que “no se requiere para realizar las tareas que conducen al socialismo de las fuerzas de centro”. Agrega que “el Partido Socialista no tenía intenciones de atraer a la Democracia Cristiana ni a los Radicales ni al Partido Nacional Popular”

SIMILITUD CON PROGRAMA DEL FRENTE DEL PUEBLO

Resulta interesante constatar que el Programa del FRAP no tenía grandes diferencias con el del Frente del Pueblo. En lo esencial planteaba:

1. Contribuir a alcanzar la unidad obrero-campesina;
2. Realizar una profunda reforma agraria, que expropie los latifundios y entregue la tierra al que la trabaja.
3. Nacionalización de empresas en manos de monopolios extranjeros.
4. Democratización del país, derogación de la Ley de Defensa de la Democracia y otras leyes represivas. Mayor participación política del pueblo; y
5. Política exterior independiente y solidaria con los países que luchan por su independencia.

Este era un programa antiimperialista y antifeudal. Representaba los objetivos del la Revolución Democrático-Burguesa, planteada por el PC. “Pero –como afirma Alonso Daire- el programa del FRAP tampoco es la estrategia ideal del Partido Comunista de Chile. Si consideramos las fuerzas que lo apoyan, constataremos que no había presencia de ningún partido de centro que representara a fracciones de la burguesía nacional de tipo progresista, que era la alianza que exigía el Partido Comunista de Chile para desarrollar y llevar adelante tales cambios”.

UNIDAD DE PARTIDOS OBREROS

La fundación del FRAP fue posible gracias a la actitud unitaria de los partidos obreros. Por una parte, para el PC la unidad con el PS estaba –como lo afirma Leopoldo Benavides en su trabajo “Comentarios en torno a un período de la Historia del Partido Comunista chileno (1950-1970)”, en “El Partido Comunista en Chile”- “por sobre cualquier otra consideración teórica o práctica. Por ello la conformación del FRAP cumple, desde esa perspectiva, en el sentido de la creación de una base popular, sólida y hegemónica, sobre la cual debía constituirse cualquier otra alianza política; de allí que el Partido Comunista acepte en este caso, restringir el carácter del FRAP a una alianza circunscrita a los partidos populares, expresando mucho más la línea del Frente de Trabajadores, preconizada por el Partido Socialista”.

Por otro lado, el Partido Socialista aceptó un programa que correspondía mucho más a la propuesta de la Revolución Democrático-Burguesa expresada por la tesis del Frente de Liberación Nacional del PC. Con plena razón pudo sostener, tiempo después, Carlos Altamirano en una entrevista publicada en “Informa” Nº 7, marzo –abril de 1975:

“En los años en que los partidos socialistas del mundo agitaban un anticomunismo estrecho y consignista y desgarraban a la clase obrera en estériles enfrentamientos internos, nosotros (el Partido Socialista de Chile. Nota del autor) promovíamos la unidad de la clase en una central obrera única y postulábamos la necesidad estratégica del entendimiento de los partidos obreros, reclamando para éstos la hegemonía y conducción del movimiento popular. Este aporte consecuente con la unidad superior de la clase define a nuestro Partido y constituye su principal contribución a las luchas de liberación de nuestro pueblo”

UN BLOQUE ANTIMPERIALISTA

El surgimiento del FRAP creó una nueva correlación de fuerzas en el país. Fue un bloque antiimperialista, que enfrentó a la alianza reaccionaria constituida por conservadores, liberales y radicales. Aunque se debe dejar constancia, que el ala izquierdista del PR participó activamente en el movimiento sindical antiimperialista, formando parte de la directiva nacional de la CUT.
Por otro lado, a partir de ese año, la Falange Nacional –transformada luego en Partido Demócrata Cristiano- comenzó a jugar el papel de contrapeso de la coalición popular.

PARTICIPA EN DOS CAMPAÑAS PRESIDENCIALES

Tanto en las elecciones presidenciales de 1958, como en las de 1964, el Frente de Acción Popular presentó la candidatura de Salvador Allende Gossens. En ambas ocasiones, a pesar de alcanzar altas votaciones, fue derrotada.

En 1958, triunfó el abanderado de la derecha Jorge Alessandri Rodríguez. En 1964, el candidato democratacristiano Eduardo Frei Montalva, que contó con el apoyo de la derecha y del imperialismo estadounidense.
Ambas derrotas, y las lecciones de ellas extraídas, resultaron básicas para forjar la necesaria unidad popular que condujera al triunfo del 4 de septiembre de 1970 y a la primavera de los mil días del Gobierno de Salvador Allende.
Así como el Frente del Pueblo fue el paso previo para el FRAP, éste se constituyó en la base de la Unidad Popular.