Archivos de la categoría: Memoria

Primera Declaración del PC de Chile después del Golpe fascista

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

El 11 de octubre de 1973, justamente al mes de haberse consumado el golpe, bajo un feroz terrorismo de Estado, el Partido Comunista emite su primera declaración con el título “La Voz de Orden es la Unidad”. Este documento, que fue copiado y distribuido clandestinamente por decenas de combatientes anónimos, decía en algunas de sus partes:

“Se ha instalado en el país una dictadura fascista con la secuela de crímenes y abusos que caracteriza a estos regímenes… La Junta fascista no representa ningún espíritu nacional o patriótico. Su esencia es antipatriótica, atenta contra los intereses de Chile como nación independiente. Trabaja como un apéndice fascista al servicio del imperialismo y la reacción interna…”

“Todas las libertades públicas han sido liquidadas. No hay libertad de reunión, de asociación ni de expresión oral o escrita… Frente a este cúmulo de hechos que revelan la instauración de una dictadura de tipo fascista ¿qué dice la Democracia Cristiana? ¿Dónde está su posición de otrora en contra de toda salida antidemocrática? ¿Qué ha sucedido con su concepción favorable al pluralismo ideológico y político?”

“Hemos conocido la opinión disidente de parlamentarios y dirigentes que encabezan personalidades como Radomiro Tomic, Bernardo Leighton, Renán Fuentealba y otros que se han mantenido fieles a sus principios y han repudiado en declaración pública el golpe y sus secuelas…”

“Pero el actual estado de cosas no será eterno. No prevalecerá la mentira sobre la verdad, ni la opresión sobre la libertad, ni el fascismo sobre la democracia… Los trabajadores y las masas populares se recuperarán del golpe recibido y volverán, sin duda, a regir los destinos de la Patria. Como siempre, pondremos el acento en la organización, la unidad y la lucha de las masas y en el desarrollo creciente de su conciencia política…”

“Debemos poner término al terror ejercido contra el pueblo y abrir paso a nuevos horizontes revolucionarios. Para ello, la voz de orden de la hora presente es la de la unidad más amplia del pueblo.
Unidad para defender el derecho a la vida y poner fin a la represión y a la muerte…” (Ref.: “Desde Chile hablan los comunistas”. Ediciones Colo-Colo, 1976, páginas 23, 24, 25, 27 y 31)

Se funda el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLM)

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

El 10 de octubre de 1980 se fundó el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que reunió a las cinco organizaciones revolucionarias existentes en El Salvador: el Partido de la Revolución Salvadoreña (PRS), las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL), La resistencia Nacional (RN), el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC) y el Partido Comunista de El Salvador (PCS).
A la cabeza del FMLN quedó Schafik Jorge Nadal, hijo de emigrantes palestinos, que fue secretario general del Partido Comunista de El Salvador por más de 20 años y que lideró casi la totalidad de la lucha revolucionaria contra los gobiernos militares.
De inmediato el FMLN estableció relaciones con el FDR.
El surgimiento del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional fue la culminación de un importante proceso unitario llevado a cabo por los revolucionarios en El Salvador.

Algunos datos sobre El Salvador

La República de El Salvador es el país más pequeño de Centroamérica. Tiene una superficie de 21.041 kilómetros cuadrados. Su población es de 5.744.111 habitantes (según el censo de 2007). Tiene la densidad más alta de América Latina: 273 habitantes por kilómetro cuadrado.
Posee fronteras terrestres con Guatemala (al Norte) y Honduras (Este y Sudeste). Al Oeste limita con el Océano Pacífico. Es el único país de Centro América que no tiene costa en el Mar Caribe.
Relieve: mayor parte montañoso. Tiene una estrecha planicie costera y una meseta central.
Posee un clima tropical.
Su población es mayoritariamente rural (algo más de un 50%) y se compone de un 86% de mestizos; 12% de blancos y un 2% de indígenas.
En su economía el sector agrario es clave. El 70% de sus exportaciones corresponden a productos del campo. Los principales cultivos son el café, el algodón y el azúcar. La producción de cereales y la ganadería se destinan al consumo interno. A sus industrias tradicionales (de alimentos y la textil) se han agregado otras nuevas como la química, del cemento y de electrodomésticos.
Su capital es San Salvador (316.090 habitantes)
Idioma oficial: el español.
Moneda: dólar estadounidense.

Quién fue Farabundo Martí

Agustín Farabundo Martí Rodríguez nació en Teotepeque, departamento de La Libertad, El Salvador, el 5 de mayo de 1893.
Estudió en el Colegio Salesiano Santa Cecilia de Santa Tecla. Más tarde realizó estudios de Derecho en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador.
En 1920 fue deportado a Guatemala por participar en las luchas populares contra el Gobierno de la dinastía Meléndez-Quiñones. Estando en ese país participó en la fundación del Partido Comunista de Centroamérica en 1925. Ese año regresó a El Salvador como delegado del Socorro Rojo Internacional. Colaboró en la formación de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños. Fue detenido y expulsado de su patria en varias ocasiones. Desde el exterior continuó su labor de organización y propaganda como delegado de la Internacional Comunista.
En 1928 viajó a Estados Unidos, donde se unió a la Liga Antiimperialista de las Américas, agrupación que lo envió a Nicaragua. Se incorporó al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua y ejerció como secretario del líder Augusto César Sandino.

El Partido Comunista de El Salvador (PCS)

Farabumdo Martí retornó a su país. El 30 de marzo de 1930 fundó el Partido Comunista de El Salvador (PCS).
En 1931, tras el derrocamiento del Presidente civil Arturo Araujo, los militares, encabezados por el general Maximiliano Hernández Martínez, se tomaron el poder.
Los comunistas salvadoreños participaron en las elecciones municipales y parlamentarias de enero de 1932, que fueron anuladas por un escandaloso fraude de parte del Gobierno.
Ante esto, el Comité Central del PCS decidió preparar un levantamiento contra el general Martínez. El 22 de enero de 1932 se inició la insurrección popular, encabezada por Farabundo Martí y los comunistas. Fue brutalmente aplastada por el dictador Maximiliano Hernández Martínez. En pocas semanas quedaron entre 15 mil a 30 mil muertos (nunca se pudo determinar la cantidad exacta de víctimas).
Farabundo Martí fue hecho prisionero. El 1º de febrero lo fusilaron junto a otros dirigentes como Mario Zapata y Alfonso Lima. Murió gritando: “Viva el Socialismo”.

El Partido Comunista forjador de la unidad

Schafik Jorge Handal, Secretario General del PC de El Salvador de 1973 a 1994, dirigió la guerra revolucionaria del FMLN entre 1981 y 1992.

Como escribió en octubre de 1980 el secretario general del PC de El Salvador, Schafik Jorge Handal: “En lo que se refiere a la madurez de los factores subjetivos de la revolución, había cierto retraso relacionado principalmente con la falta de unidad de las fuerzas revolucionarias. En 1930 fue fundado el Partido Comunista de El Salvador (PCS) y desde 1970 surgieron otras organizaciones revolucionarias que mantuvieron con él y entre sí una larga polémica y una intensa disputa por las masas. Sin unificar a las fuerzas revolucionarias no podía pensarse en serio en la revolución.
El PCS levantó la bandera de la unidad de las fuerzas revolucionarias y sostuvo toda su polémica con las demás organizaciones procurando darle la mayor profundidad teórica y de principios, pero realizándola como una lucha por la unidad; es decir, eludiendo los adjetivos, destacando las tareas comunes y las posibilidades concretas de unificar nuestra acción en todos los campos de lucha…”

Las fuerzas revolucionarias se unen

A pesar que desde 1931 se había instalado en el país una dictadura militar de derecha, en 1976 las masas tenían grandes esperanzas en la vía electoral, pero las elecciones presidenciales de 1977 terminaron con ellas, pues fueron una gran farsa y una imposición descarada del Gobierno.
No fueron inútiles los esfuerzos unitarios del PCS. Los hechos pusieron de manifiesto para todos, que no podía haber revolución sin unificar a las fuerzas revolucionarias. Sobre esta base se alcanzó en diciembre de 1979 un primer acuerdo por el que se creó un organismo coordinador que enlazaba a las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL), a la Resistencia Nacional (RN) y al PCS.
Schafik Jorge Nadal escribió: “Este primer paso hacia la unificación fue recibido con un gran entusiasmo por las masas y por las bases de nuestras organizaciones”.
Posteriormente se agregó una cuarta organización: el Partido de la Revolución Salvadoreña, más conocido por el nombre de brazo armado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
En enero de 1980 nació la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM) que reunió a las principales agrupaciones políticas y sociales del país, que aprobó una Plataforma Programática de 10 puntos que planteaba el derrocamiento de la dictadura, la destrucción de su máquina político-militar y la formación de un Gobierno capaz de lograr la verdadera independencia de El Salvador y realizar profundas reformas sociales.

Surge el Frente Democrático Revolucionario

El 18 de abril de 1980 surgió el Frente Democrático Revolucionario (FDR), constituido por 118 organizaciones, sindicales, gremiales, estudiantiles, profesionales, partidos políticos, etc. La Iglesia Católica, por medio de su máxima figura, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, Arzobispo de San Salvador, le dio pleno apoyo. Se unieron creyentes y ateos, marxistas-leninistas y socialdemócratas, representantes de otras corrientes. Desde el punto de vista clasista unió a la clase trabajadora con amplias capas medias, entre las cuales se contaban a pequeños y medianos empresarios.
El paso decisivo en el proceso unitario se dio el 10 de octubre de 1980 con el surgimiento del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

Feroz represión reaccionaria

A partir del año 1980 la represión gubernamental fue total y El Salvador vivió una carnicería que duró doce años. Asesinatos selectivos como el caso de monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, arzobispo metropolitano de San Salvador, acribillado por un escuadrón de la muerte, formado por civiles y militares de ultraderecha, el 24 de marzo de 1980, mientras oficiaba misa en la capilla del hospital de La Divina Providencia.
Desde enero de 1981, con la llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca, el Gobierno de Estados Unidos emprendió una cada vez mayor intervención en El Salvador.
El 30 de septiembre de 1981 se creó el Partido ARENA (Alianza Republicana Nacionalista), de ultraderecha, nacionalista y neoliberal. Su fundador, Roberto d’Aubuisson, ex mayor del Ejército salvadoreño, impulsor de los Escuadrones de la Muerte.

El imperialismo interviene

A comienzos de 1982 las fuerzas reaccionarias, con apoyo estadounidense, empleaban en escala relativamente grande para el país, la aviación, la artillería pesada, los blindados e incluso la guerra química. Realizaron ofensivas, una tras otra, contra las bases del FMLN, todas las cuales fueron derrotadas.
Según cifras oficiales estadounidenses, en 1982 el Gobierno de EE UU proporcionó al régimen ultra derechista de El Salvador 320 millones de dólares. De éstos, 81 millones destinados directamente para ayuda militar, incluyendo la participación de asesores yanquis.

La guerra revolucionaria

Por su parte, la guerrilla recibió el apoyo del gobierno sandinista desde Nicaragua. Cientos de revolucionarios cruzaron al país vecino para empuñar las armas junto al FMLN.
Según la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador, hasta octubre de 1982 el saldo de la guerra civil había sido de 38 mil muertos, de los cuales el 80% fueron civiles no combatientes, salvajemente ultimados por las bandas de la muerte paramilitares, que secundaban las acciones represivas del Ejército.
La heroica lucha del FMLN despertó una potente solidaridad internacional. Por ejemplo, un cable de UPI, fechado en Francfort (República Federal Alemana) el 12 de marzo de 1982 informaba: “Los alemanes occidentales han contribuido con más de 1.500.000 dólares para comprar armas destinadas a los guerrilleros de El Salvador”.

El movimiento popular fuerza invencible

Año tras año el movimiento popular, a pesar de la sangrienta represión, continuaba la lucha contra el Gobierno militar. Según datos del Ministerio del Trabajo, en 1988 hubo 400 conflictos laborales, 35 huelgas, 300 paros laborales y cien marchas de los trabajadores. La respuesta gubernamental a este ascenso de las acciones del pueblo fue el terrorismo, llevado a cabo por los escuadrones de la muerte.
Desde el punto de vista militar, el FMLN causó ese año 7.932 bajas al Ejército gubernamental., entre las que se cuentan 2 coroneles, alrededor de otros 70 oficiales y 179 clases.
Ese año, crecieron las fuerzas guerrilleras y se incrementó la guerra en las ciudades. En las zonas urbanas hubo diversas acciones, como el ataque al cuartel central de la Guardia Nacional; el ataque a la principal base aérea, ubicada a unos 9 kilómetros de San Salvador; el ataque al Estado Mayor Conjunto. Además, fueron atacados o destruidos 8 cuarteles; hubo 20 maniobras militares de gran envergadura y 368 acciones de mediana y pequeña envergadura.
Estas acciones causaron las siguientes pérdidas al enemigo: 8 helicópteros derribados; 23 helicópteros averiados; 158 camiones militares destruidos; 39 instalaciones del Ejército destruidas. El sabotaje guerrillero destinado a limitar la capacidad político-militar del Gobierno, dio por resultado la destrucción parcial o total de: 53 oficinas de telecomunicaciones, 28 alcaldías, 7 agencias bancarias, 6 puentes, 28 trenes estatales, 2.000 estructuras del tendido eléctrico (lo que implicó un déficit energético del 70% al aparato estatal).

El FMLN vendiendo en la guerra plantea la paz

Al iniciarse 1989, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional hizo un balance de la situación en El Salvador, concluyendo que ésta era totalmente positiva y ventajosa para las fuerzas populares, democráticas y revolucionarias. Señaló su disposición a mantener su ofensiva militar en forma permanente y creciente. Pero, al mismo tiempo, continuar trabajando por la solución política a nivel nacional e internacional, haciendo esfuerzos por definir la crisis nacional en 1989.
El periódico español “El País” escribió con fecha miércoles 25 de enero de 1989 (página 6): ”La guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) propuso ayer abandonar las armas y aceptar el resultado de las elecciones presidenciales en El Salvador si éstas son postergadas seis meses. Esta iniciativa puede ser el paso más importante que se haya dado hasta ahora a favor de la paz en el más conflictivo país de Centroamérica”.
Comenzó el difícil acercamiento. Schafik Jorge Handal encabezó las negociaciones entre la guerrilla salvadoreña y el Gobierno del Presidente Alfredo Félix Cristiani. Finalmente ambas partes aceptaron que la ONU oficiara de mediador en el conflicto y se iniciaron las conversaciones de paz. Tras verificar la desmovilización de ambos bandos, el 16 de enero de 1992 se firmaron en México los Acuerdos de Chapultepec. Uno de los que los suscribieron fue Schafik Jorge Handal, el dirigente comunista que condujo la lucha guerrillera y también el camino hacia la paz.
El conflicto armado, desarrollado entre 1980 y 1992, dejó un saldo de 75 mil muertos y más de 7 mil desaparecidos, además del 40% de la población sumida en la pobreza.

El FMLN, Partido Político

Ese mismo año 1992 el FMLN se transformó en un partido político legal. Y emprendió la vía electoral, tanto o más difícil que la lucha armada. Levantó candidatos en las elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales.
En las presidenciales del 21 de marzo de 1994, el FMLN presentó como candidato a Schafik Jorge Handal: En la primera vuelta, ARENA obtuvo el 49,03% de la votación, el FMLN, el 24,9% y el PDC el 16%. Hubo segunda vuelta. Los resultados fueron ARENA 68,35%; FMLN, 31,65%
En los comicios presidenciales del 21 de marzo de 1994 y del 21 de marzo de 2004 el FMLN fue también derrotado en las urnas por el partido ARENA.

El FMLN triunfa con el arma del voto

Pero la cuarta fue la vencida. El domingo 15 de marzo de 2009 hubo elecciones presidenciales en El Salvador. Triunfó el abogado Mauricio Funes, candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLM) sobre el abanderado del derechista partido ARENA, el ex director de la policía nacional, Rodrigo Ávila. De este modo, la ex guerrilla de Izquierda llegó al poder por las urnas.
También en la quinta. El domingo 2 de febrero de 2014 hubo nuevas elecciones presidenciales en El Salvador. Ninguno de los candidatos obtuvo la mitad más uno de los votos válidos para ser proclamado ganador. Por ello, el domingo 9 de marzo de 2014 se desarrolló una segunda vuelta entre los dos candidatos que obtuvieron mayor número de votos válidos en la primera elección. Triunfó Salvador Sánchez Cerén, candidato del FMLN.

Salvador Sánchez Cerén

Una historia para sacar conclusiones

El Partido Comunista de El Salvador, así como todos los revolucionarios que forman el FMLN, mostraron gran sabiduría. Se plantearon como vía revolucionaria la lucha armada, pero nunca la colocaron como el único camino. Siempre dejaron las puertas abiertas para una salida política.
En abril de 1982, Rubén Sánchez, dirigente del PCS escribió: “Nuestro Frente no lucha contra los soldados como tales, como enemigos. Nosotros defendemos los intereses del pueblo al que pertenece la mayoría de los militares. El FMLN combate contra quienes han instrumentalizado a la fuerza armada para utilizarla con el objetivo de aplastar a los salvadoreños… Estamos luchando por claros objetivos programáticos. Aunque hoy empuñamos las armas, tratamos de alcanzar estos objetivos por medios pacíficos”.

Y algo más, con inteligencia, apenas se dieron las condiciones, el FMLN se constituyó como un partido político legal y emprendió la vía electoral.
Los revolucionarios salvadoreños, con su actuación práctica, han entregado importantes enseñanzas. Entre ellas, saber crear las condiciones para la unidad de todas las fuerzas democráticas y revolucionarias; utilizar todas las formas de luchas y cambiar de una vía a otra en el momento oportuno.

Símbolos de esa gesta gloriosa son Farabundo Martí, fusilado el 1 de febrero de 1932; monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado 24 de marzo de 1980, y Schafik Jorge Handal, que murió el 24 de enero de 2006.
Sus nombres y obras han sido rojas banderas enarboladas en las jornadas de triunfos.

Hace 50 años: El asesinato del Che Guevara

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

El Combate del Yuro

El domingo 8 de octubre de 1967, a las 13 horas, en la estrecha quebrada del Yuro, una numerosa tropa enemiga hizo contacto con el reducido grupo del Che. Éste dividió el grupo en dos. Envió a los enfermos adelante y se quedó con el resto a enfrentar las tropas del gobierno. Luego de tres horas de combate, el Che fue herido levemente en una pierna y fue capturado junto con otro combatiente, el ‘Willy’. Tres guerrilleros perdieron la vida. Otro, herido de gravedad murió al día siguiente. El 12 de octubre otros cuatro cayeron en el combate de Los Cajones. De los seis guerrilleros que el Che había enviado adelante, uno fue abatido. Los otros cinco lograron salir hacia Chile.

“¡Saluden a papá!”

El Che y ‘Willy’ fueron conducidos a Higueras, seis kilómetros distantes de la quebrada donde fueron hechos prisioneros.
Pasaron la noche del domingo 8 al lunes 9, cada uno en una sala de clases de una escuelita de esa mísera aldea boliviana.

El Gobierno del general Barrientos, al recibir la noticia de la captura del Che, decidió asesinarlo para evitar así el revuelo internacional de tenerlo prisionero, entregando la versión que había caído en combate. Dio la orden de asesinarlo en clave: ¡Saluden a Papá!

El Sargento Terán

Poco antes del mediodía del lunes 9 de octubre, el sargento Reque Terán, metralleta en mano y con algunos tragos en el cuerpo para darse valor, irrumpió en la sala donde estaba el Che.

Éste ya sabía el objeto de tal visita. Antes había escuchado el tabletear de la metralleta en el aula vecina en que se encontraba ‘Willy’

– Usted ha venido a matarme, le dijo.

Terán recordaba posteriormente: “Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. No me atrevía a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande. Cuando me miró fijamente me dio un mareo.

“Usted va a matar a un hombre”

– Póngase sereno, usted va a matar a un hombre- exclamó el Che.
“Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó y comenzó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un hombro, en un brazo y en el corazón.”

La fotografía que estremeció a la inmensa humanidad

“Muerte en combate”

Eran las 11 de la mañana del lunes 9 de octubre de 1967.
Ese mismo día, los cables entregaban la noticia: “El Presidente René Barrientos anunció hoy la muerte en combate del líder revolucionario castrista Ernesto Che’ Guevara, acaecida en Higueras”.

La noticia de la muerte del Che estremeció al mundo. Al dolor se sumó el repudio al dictador Barrientos cuando se conoció la noticia de su asesinato.

El Siglo, publicó en primera plana el miércoles 11 de octubre: “Sensacional denuncia. Guevara asesinado”.

Venció sobre sus asesinos

Sus asesinos creyeron que matándole destruirían al Che. Se equivocaron. Porque la vida, pensamiento y obras de Ernesto Guevara de la Serna, nacido en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928, entraron a la inmortalidad. Es que fue un heroico guerrillero. Pero fue mucho, muchísimo, más que eso. Fue un revolucionario consecuente, un comunista.

Su ejemplo es inmortal

Allende y el Che, dos héroes de nuestra época

El 13 de diciembre de 1972, el compañero Presidente Salvador Allende en un discurso pronunciado en la Plaza de la revolución ‘José Martí’ de La Habana, dijo: “Creo que tengo derecho que me honra de decir que fui amigo del comandante Ernesto Che Guevara. Guardo un ejemplar de su libro ‘Guerra de Guerrillas’, que me dedicara fraternalmente. Con su espíritu amplio, me decía allí con su letra dibujada por la fraternidad ¡A Salvador Allende, que por otros medios busca lo mismo. Afectuosamente, Che!’.”

Sus restos mortales descansan en Cuba

Después de múltiples esfuerzos, el 28 de junio de 1997 un grupo de expertos cubanos y argentinos descubrió una fosa común en Vallegrande con los restos del Che y de otros seis guerrilleros.

Tumba y Memorial a Che Guevara en Santa Clara (Cuba)

Los restos del Che fueron recibidos en el aeropuerto de San Antonio de los Baños por su familia y compañeros. Ahora descansan en el mausoleo de la Plaza Ernesto Che Guevara en la ciudad de Santa Clara.

Pudieron asesinar al heroico combatiente comunista por un mañana mejor, pero su ejemplo, su obra, sus enseñanzas no morirán jamás. Así venció el Che sobre sus verdugos.

¡Honor y gloria al comunista que el 9 de octubre de 1967 entró a la eternidad!

El primer sputnik surca el cielo de Nueva Imperial

El viernes 4 de octubre de 1957, me encontraba haciendo clases en el Quinto Humanidades del Liceo de Nueva Imperial. Era la primera hora de la tarde. Golpearon la puerta de la sala. Se abrió y entró Herman Pérez, profesor de Matemáticas y Física, militante socialista. Sin saludarme, me dijo emocionado:

– Recién informó la radio que la Unión Soviética lanzó hoy exitosamente un satélite artificial… Juntémonos hoy a las 20, frente al liceo para verlo pasar. Los alumnos aplaudieron. Los más felices eran los siete militantes de la Jota de ese curso.

El resto de la tarde se desarrolló bajo el impacto de la noticia, que en minutos fue conocida en todo el establecimiento. Comentarios, preguntas, opiniones sobre el histórico acontecimiento.
Esa noche, no sólo nosotros dos con el colega Pérez, estábamos frente al liceo. Éramos varias decenas de personas: profesores, alumnos, vecinos.

Habían venido todos los militantes del Partido y de la Jota.
Eran las 20 horas y el cielo estaba raramente muy despejado. Brillaban las estrellas. El colega Pérez explicaba algunos detalles técnicos.

Esperábamos expectantes: queríamos contemplar con nuestros propios ojos el primer artefacto enviado por el hombre al espacio.
Un alumno de sexto humanidades fue el primero en verlo:

– ¡Ahí va, ahí va!, exclamó jubiloso Es como una estrella que se mueve lentamente.

Estalló entonces el grito colectivo: ¡Ahí va!, ¡Ahí va! Y también los aplausos y los vivas al sputnik y a la Unión Soviética. Rompimos la campesina calma de esa noche imperialina. Pisoteamos la Ley Maldita.

Seguimos con la mirada el majestuoso caminar del viajero espacial por el firmamento del sur de Chile.

Vi lágrimas en los ojos de viejos camaradas, en los del carpintero Samuel Salas y en los del zapatero remendón Heriberto Muñoz. Estaban felices y emocionados.

La velada del lunes 7 de octubre de 1957 fue inolvidable. Hubo canciones dedicada a la Unión Soviética. El coro hablado fue preparado con versos de Neruda que hablaban del primer país socialista de la historia.

Mi charla versó sobre el mismo tema. El colega Hernán Pérez entregó antecedentes sobre el primer satélite artificial de la tierra:

– Es una esfera muy pulida de aluminio, de 58 centímetro de diámetro y 83 kilos de peso. Tiene dos pares de antenas de 2,4 y 2,9 metros. Fue este pequeño artefacto –concluyó Herman Pérez- el que ha abierto el camino hacia las estrellas.

Lo más notable de esa velada del 7 de octubre de 1957, fue el número de fondo. Cerca de las 22 horas, las decenas de personas que repletábamos el salón del Centro Pablo Neruda, salimos a la calle para observar, una vez más, el paso victorioso del primer sputnik soviético por el cielo de Nueva Imperial.

Centenario de Violeta Parra: Una breve biografía

Niñez y juventud de Violeta

Violeta del Carmen Parra Sandoval, nació en San Carlos de Itihue, en la calle Montaña, frente a la Plaza de Armas, el 4 de octubre de 1917. Pronto la familia se trasladó a Chillán. El padre era profesor primario. La madre, de origen campesino, ayudaba haciendo costuras. En 1920 llegaron a Santiago, pero al poco tiempo volvieron al sur. Esta vez a Lautaro. Fue en ese viaje cuando la niña Violeta se enfermó de viruela, que le marcó la cara.
En una entrevista realizada en 1958, relató Violeta: “Mi padre, aunque profesor primario, era el mejor folclorista de la región y lo invitaban mucho a todas las fiestas. Mi madre cantaba las hermosas canciones campesinas mientras trabajaba frente a la máquina de coser”.
El padre no quería que sus hijos cantaran. Cuando salía dejaba la guitarra bajo llave. Pero Violeta descubrió que la guardaba en el cajón de la máquina de coser de la madre. La tomaba, sacaba la guitarra y cantaba despacito. Tenía por entonces siete años de edad. Un día la madre la escuchó y no podía creer que fuera la niña que cantaba tan bonito.
En los años de la dictadura de Carlos Ibáñez (1927-1931) la represión también alcanzó la casa de los Parra. El padre, como muchos otros profesores, fue exonerado de su puesto de trabajo. Aplastado por la cesantía, se dedicó a beber y abandonó la familia. Entonces, la madre debió cargar con toda la responsabilidad del hogar. La situación era muy mala. Eran cinco hijos que tenía que criar.

Sus primeros contactos con el folclore

Estando en el sur, viajaba la familia al campo a una localidad llamada Malloa. Visitaban unos parientes de apellido Aguilera, que tenían buena situación económica. Fue allí, con esa familia, donde Violeta -que tendría unos cinco años- aprendió sus primeras canciones folclóricas auténticas. La madre, que era folclorista, también cantaba. Entonces se completaba el grupo folclórico, con la familia, amigas, tías y las chiquillas Aguilera.

Ganándose la vida con el canto

Hilda cuenta que la madre se amanecía cosiendo para poder alimentar a tanta boca y educar a Nicanor, por lo menos para educar uno bien. Con el fin de contribuir en algo para la casa, Hilda y Violeta conseguían una guitarra y salían a cantar. La primera que lo hizo fue Violeta. Después salían las dos. Violeta e Hilda. Iban de pueblo en pueblo. Cantaban en las calles, en los trenes, en cualquier lugar donde les era posible. Así juntaban unos pocos pesos.
La madre recordaba: “A la Violeta le iba muy bien, porque cantaba muy bonito, tenía una voz clarita. Y la querían mucho. Si la invitaban a una casa y le ofrecían pan y o queso. Sí, gracias –decía- pero también tengo que llevarle a mis hermanitos. Era muy vivaracha”.
Roberto Parra (el “tío Roberto”), hermano de Violeta, folclorista, maestro de construcción y compositor de cuecas, recuerda: “Ella (Violeta) salía con su guitarra y con un canasto. El canasto lo traía lleno… Venía de todo: chancho, toronjil, frutas, qué sé yo.”
Violeta tenía doce años cuando compuso sus primeras canciones, acompañándose de la guitarra.

Roberto Parra (el “tio Roberto”)

En Santiago

Violeta tenía unos 14 años cuando se trasladó a Santiago. Poco después lo hizo toda la familia. En la capital, Hilda y Violeta volvieron a cantar juntas para poder vivir. Los comienzos fueron muy difíciles. Violeta lo evoca en una de sus décimas:

“Ayer, buscando trabajo,
llamé a una puerta de fierro,
como si yo fuera un perro
me miran de arrib’abajo,
con promesas de destajo
me han hecho volver cien veces,
como si gusto les diese
al verme solicitar;
muy caro me hacen pagar
el pan que me pertenece”.

Cantaban en cualquier lugar. Llegaron al sector de Matucana. Actuaron en “La Popular”, en “El Tordo Azul”, que era un negocito chico. También en varios boliches que estaban cerca.

Su primer matrimonio

Fue en uno de esos boliches donde en 1937 Violeta conoció a Luis Cereceda, obrero ferroviario, su primer marido y padre de Isabel y Ángel Parra.
Luis Cereceda, explica: “Si pensar que éramos bien niños… ella tenía 19 años y yo 18. Era por año 37 y ella cantaba con Hilda y el Lalo en negocios de Matucana, al llegar a Mapocho. Yo trabajaba al frente: ahí estaba la maestranza de ferrocarriles, donde yo era maquinista. Y entonces íbamos mucho ahí y por ahí nos empezamos a tratar… Al poco tiempo nos casamos… Primero estuvimos viviendo en Santiago como dos años. Ahí nació la Chabelita, por el año 38. Fue el mismo año en que subió a la Presidencia don Pedro Aguirre Cerda, con el Frente Popular”.

Actividad política

Violeta fue adquiriendo conciencia de clase, madurando políticamente. El hambre y los sufrimientos vividos la forjaron como una mujer con conciencia política. Se rebeló contra las injusticias, pero no se quedó en eso, participó en la lucha por terminar con ellas.
Durante el Gobierno de Pedro Aguirre Cerda actuó junto al Partido Comunista.
Luis Cereceda relata: “Al poco tiempo de estar en Santiago (vivieron algunos meses en Valparaíso), fue cuando ella comenzó a dedicarse más a la política.
Hacía tiempo que yo tenía un vecino en el Partido, y como ya ellos la conocían entonces la invitaron y ella comenzó a colaborar en los actos culturales. En 1946 nosotros trabajamos muchísimo para la candidatura de González Videla. Hasta pusimos una Secretaría de González Videla ahí en la casa y ella por su cuenta formó un Comité de Dueñas de Casa en la calle Andes. Claro que no nos imaginábamos la gran traición que iba a venir después”.
El Tío Roberto agrega: “Cuando triunfó Videla en las elecciones hubo fiestas, alegría y celebraciones en las calles, en todas partes, como con Allende. Nosotros estuvimos también en una celebración y allí ella cantó y recitó un poema muy largo, dirigido al Presidente, donde le decía que al pueblo no se le puede engañar. Total, que ahí pintaba clarito lo que iba a pasar… Bueno, este compromiso de ella era también una forma más de allegarse al pueblo Después no supe yo que siguiera trabajando para el Partido, pero colaboraba con ellos. Esa fue su línea política. Siempre.”

Sigue cantando

En 1948 Violeta se separó de Luis Cereceda. Fue un golpe muy duro para ella. Sólo se repuso gracias al apoyo de sus familiares.

Violeta y su hijo Ángel

Violeta volvió a cantar. Y lo hizo nuevamente junto con Hilda, quien recuerda esos tiempos así: “Recorríamos todo. Comenzábamos con el boliche más chico y terminábamos con el más grande. Siempre cantando lo que estaba más de moda en esos años. Todavía no éramos profesionales, cantábamos de todo. Éramos muy bien recibidas, fuimos formando nombre, después de andar mucho tiempo juntas acordamos formar un dúo. De ahí nacieron las hermanas Parra… Después comenzamos a grabar en RCA Víctor.”
Lautaro Parra, el menor de los hermanos de Violeta, dirigente y fundador del Sindicato Circense, evoca esos años: “Había un programa en Radio Corporación, ‘Fiesta Linda’ o algo así, y ahí iban ellas a cantar de vez en cuando. Esas fueron sus primeras actuaciones en radio. Tenían un dúo, pero la Violeta también actuaba como solista”.

Segundo matrimonio

En 1949, Violeta se casó por segunda vez. Su nuevo esposo, Luis Arce, era mueblista y tenor de ópera. Tuvieron dos hijas Carmen Luisa y Rosita Clara. Ésta falleció de pulmonía al poco tiempo.
Luis Arce recuerda: “Por ahí por el año 1952, formamos una Compañía. Se llamaba ’Estampas de América’. La Violeta era la directora, o sea la persona fuerte que tenía el dinero. Ella mismo hizo los telones, porque había que tener telón de fondo, telón de boca, todo eso. Con esa Compañía salimos de gira y recorrimos todo el Norte”
En 1953 terminó el dúo de las hermanas Parra.

Recopilando el folclore

Ese mismo año comenzó Violeta su difícil y valiosa labor de recopilación de antiguas creaciones. Su primer encuentro con el folclore lo tuvo en la comuna de Barrancas al conversar con doña Rosa Lorca, cantora campesina de la zona de San Fernando, que hacía años había llegado del sur y le arrendaba a la señora Clara (la madre de Violeta), en el Restaurant El Sauce. Y nos fuimos al restaurante. Ahí Violeta arregló una mesa y se pusieron a conversar. Violeta le pidió la letra y la música de las canciones. Otro día le solicitó que le diera dichos que conocía. Todo lo anotaba en un cuaderno. Tuvieron un nuevo encuentro. Le pidió a doña Rosa que le cantara una cueca y la grabó.

Conquistando la merecida fama

Violeta, incansable, recorrió el país, trabajando con Isabel y Ángel en circos y teatros, y recopilando la música campesina chilena. Fue también en el año 1953, cuando empezó a reconocerse el verdadero valor de Violeta. Gran importancia tuvo para ello un recital dado en casa de Pablo Neruda. Después de él, Radio Chilena le contrató una serie de programas que la lanzaron a la primera línea del arte folclórico del país.
En 1954 obtuvo el Premio Caupolicán, otorgado a la folclorista del año.

Primer viaje a Europa

Viajó a Europa. Participó como invitada, en el V Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad, efectuado en Varsovia, capital de Polonia, en julio-agosto de 1955, al cual concurrieron 31 mil jóvenes procedentes de 114 países. Después visitó la Unión Soviética. Durante dos años residió en París, donde grabó sus primeros discos.
Regresó a Chile en 1956. Un año después se trasladó a Concepción, donde fundó y dirigió el Museo de Arte Popular. Grabó en esa ciudad nuevos discos y continuó con su labor de recopilación del folclore.

Sus canciones comprometidas

En 1958 llegó de nuevo a Santiago. Y fue ese año cuando comenzó a pintar y hacer tapices. Además, dio recitales por todo el país y creó hermosas canciones con contenido social.

Arriba quemando el sol

Una de las canciones política-sociales de Violeta es el trote “Arriba quemando el sol”, donde denuncia la explotación de los mineros del norte chileno:

“Cuando fui para la pampa
llevaba mi corazón
contento como un chirigüe,
pero allá se me murió,
primero perdí las plumas
y luego perdí la voz,
y arriba quemando el sol…

Me volví para Santiago
sin comprender el color
con que pintan la noticia
cuando el pobre dice no,
abajo, la noche oscura,
oro, salitre y carbón,
arriba quemando el sol.”

Yo canto la diferencia

“Yo canto a la chillaneja
si tengo que decir algo
y no tomo la guitarra
por conseguir un aplauso.
Yo canto la diferencia
que hay de lo cierto a lo falso.
De lo contrario no canto.
“Si yo levanto mi grito
no es tan sólo por gritar.
Perdóneme el auditorio
si ofende mi claridad”

Hace falta un guerrillero

“Quisiera tener un hijo
brillante como un clavel,
ligero como los vientos,
para llamarlo Manuel,
y apellidarlo Rodríguez,
el más preciado laurel”.

Porque los pobres no tienen

Otra canción creada en 1960 fue “Porque los pobres no tienen”.

“Porque los pobres no tienen
adonde volver la vista
la vuelven hacia los cielos
con la esperanza infinita
de encontrar lo que su hermano
de este mundo le quita, ¡palomita!
¡qué cosas tiene la vida, zambita!

Según el favor del viento

En 1961 compuso la sirilla “Según el favor del viento”, donde pinta la dura vida del habitante de Chiloé:

“No es vida la del chilote,
no tiene letra ni pleito,
tamango llevan sus pies,
milcao y ají su cuerpo,
pellín para calentarse,
del frío de los gobiernos, llorando estoy,
que le quebrantan los huesos, me voy, me voy.

Despierte el hombre, despierte,
despierte por un momento,
despierte toda la patria
antes que se abran los cielos
y venga el trueno furioso
con el clarín de San Pedro, llorando estoy,
y barra los ministerios, me voy, me voy.”

Segundo viaje a Europa

También en 1961 viajó a Buenos Aires y de allí a Europa, acompañada por Isabel y Ángel, sus hijos mayores. Participó en el VIII Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad, celebrado en Helsinki (Finlandia), entre el 28 de julio y el 6 de agosto. Al cual concurrieron 18 mil jóvenes provenientes de 137 países.
Finalizado ese evento, Violeta visitó la Unión Soviética, Alemania Federal, Italia y Francia.
Nuevamente residió en París, esta vez por tres años. Allí trabajó incansablemente. Cantó en La Candelaria y L’Escala del Barrio Latino; grabó discos; expuso sus trabajos; realizó recitales de canto en la UNESCO y en el Teatro de la Naciones.

La Carta

Año 1962. Violeta estaba en Europa. En Chile gobernaba Jorge Alessandri Rodríguez, que golpeaba al pueblo con alzas y represión. Por entonces creó la artista su canción “La Carta”, en ella denuncia:

“Me mandaron una carta
por el correo temprano,
en esa carta me dicen
que cayó preso mi hermano,
y sin lástima, con grillos,
por la calle lo arrastraron, sí.

La carta dice el motivo
de haber prendido a Roberto
haber apoyado el paro
que ya se había resuelto.
Si acaso esto es un motivo
presa también voy, sargento, sí.

Yo que encuentro tan lejos
esperando una noticia,
me viene a decir la carta
que en mi patria no hay justicia,
los hambrientos piden pan,
plomo les da la milicia, sí.

Por suerte tengo guitarra
para llorar mi dolor,
también tengo nueve hermanos
fuera del que se m’engrilló,
los nueve son comunistas
con el favor de mi Dios, sí.”

Qué vivan los estudiantes

Ese año compuso también “Me gustan los estudiantes”. Allí exclama:

“¡Qué vivan los estudiantes,
jardín de las alegrías!
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva la astronomía!

Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¿hasta cuándo nos dura,
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡que viva toda la ciencia!”

Un río de sangre

Otra canción que compuso ese año fue “Un río de sangre”, un homenaje a Federico García Lorca, Patricio Lumumba, Emiliano Zapata…

“Dejando voy, peregrina,
mi llanto de rosa en rosa
por Vicente Peñalosa
de la nación argentina.
. Banderas de popelina
pa recoger tanta sangre,
que ningún viento desgarre
porque han de seguir flameando.
Pues Chile sigue llorando
a Rodríguez y Recabarren,
pues Chile sigue llorando
a Rodríguez y Recabarren”.

Arauco tiene un pena

“Arauco tiene una pena
que no la puedo callar,
son injusticias de siglos
que todos ven aplicar,
nadie le ha puesto remedio
pudiéndolo remediar.
Levántate, Huenchullán.”

También en 1962 escribió: “Santiago, penando estás”. En 1963 compuso “Ayúdame Valentina”.

¿Qué dirá el Santo Padre?

Ese mismo año creó “¿Qué dirá el Santo Padre?”, en homenaje a Julián Grimau, comunista español asesinado por la dictadura de Franco. Allí cantó:

“Mientras más injusticias, señor fiscal,
más fuerzas tiene mi alma para cantar.
Lindo segar el trigo sembrao,
Regado con tu sangre.

¿Qué dirá el santo Padre
que vive en Roma,
que le están degollando
a sus palomas?”

Exposición en el Louvre

En 1964, expuso en El Louvre sus pinturas, óleos, arpilleras y esculturas de alambre. Fue la primera vez que una artista sudamericana realiza en ese museo una exposición personal.
Volvió a Chile en junio de 1965. En la comuna de La Reina, en Santiago, instaló una gran carpa, donde tenía la idea de hacer un centro dedicado al folclore.
En 1966 viajó a Bolivia, donde cantó junto a Gilbert Favre. Regresó acompañado de él. Recorrieron el país, actuando en teatros.

Gilbert Fabre y Violeta Parra

Al centro de la injusticia

Compuso sus últimas canciones. Algunas de ellas con contenido político, como “Al centro de la injusticia”. En ella dijo:

“Mientras gastan millones en un momento,
de hambre se muere gente que es un portento,
que es un portento.
Muchos dineros en parques municipales
y la miseria es grande es los hospitales.
Al medio de Alameda de Las Delicias.
Chile limita al centro de la injusticia, de la injusticia.”

Muzúrquica Modérnica

También escribió “Muzúrquica modérnica”. En parte canta:

“Me han preguntádico muchas persónicas
si peligrósicas para las másicas
son las cancióncicas agitadóricas
ay que pregúntica más infantílica,
sólo un piñúflico la formulárica
pa mis adéntricos yo comentárica.

Y he contestádico yo al preguntónico
cuando la guática pide comídica
pone al cristiánico firme guérrico
por su poróticos y sus cebóllicas,
no hay recogimiéntico que los deténguica
si tienen hámbrica los populáricos”.

Hasta cuándo (cueca)

“¿Hasta cuándo está en el mar
devorando al chiquitito,
el de las alertas largas,
como rifle en su milico?”

Los pueblos americanos (cueca)

“Mi vida, los pueblos
americanos.
Cuándo será ese cuando,
señor fiscal,
que la América sea
sólo un pilar.

Sólo un pilar, ay sí,
y una bandera,
que terminen los líos
en las fronteras.
Por un puñado de tierra
no quiero guerras.”

Gracias a la vida

Una de sus últimas composiciones fue la refalosa “Cantores que reflexionan”. Compuso otras bellas canciones como “Volver a los 17” y “Run-Run se fue pa’l Norte” y “Gracias a la Vida”. En ésta última canta:

“Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.”

El 5 de febrero de 1967 puso fin a su existencia con un balazo, en la Carpa de La Reina.
Cesó de latir su corazón. Pero su canto permanece, porque es nuestro propio canto, el canto del pueblo.