Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER
Octubre se inicia tenso. La acción sediciosa frenada en septiembre, vuelve a ponerse en marcha. La CIA ayuda generosamente a los fascistas. Los dólares invaden de tal manera el mercado negro, que incluso llega a bajar las cotizaciones de esa moneda extranjera.
El imperialismo y la reacción criolla no descansan en sus intentos de derribar el Gobierno Popular. El Comité 40, encabezado por Kissinger, planifica, dirige y financia múltiples acciones contrarrevolucionarias.
Prólogos de un paro
Una de éstas es el paro sedicioso de octubre de 1972, que tiene sus prólogos:
El 3 de octubre, la FESES lanza otro paro por 24 horas y los estudiantes salen a la calle a provocar desórdenes, quemando neumáticos, apedreando vehículos y peatones. El 8, en clara coordinación con las acciones de la oposición en Chile, la Kennecott Corporation requiere ante el Tribunal de Gran Instancia de París el embargo de una carga de 1.250 toneladas de cobre chileno.
Para los camioneros
En la noche del 10 de octubre, el Sindicato de Dueños de Camiones acuerda un paro. Es un nuevo y serio golpe contra la economía del país. Ese gremio controla 30 mil de los 50 mil vehículos que sirven para el transporte a través del largo territorio nacional, donde el 80% de los medios de transporte está en manos de privados. Así comienza el Paro de Octubre. Se pone en marcha el plan largamente estudiado y que fue concebido el 6 de marzo de 1972 en una chacra de Chiñigue, en torno a un pastel de choclo.
También los comerciantes
De inmediato se lanza al paro el gremio de los comerciantes controlado por el Partido Nacional, a través de las Cámaras de Comercio provinciales; por la DC, por medio del Presidente del Comercio Detallista, Rafael Cumsille; por ‘Patria y Libertad’ por su influencia en el Frente Nacional de la Actividad Privada, FRENAP.
SOFOFA llama a paralizar la producción
El 13 de octubre, los empresarios, agrupados en la Sociedad de Fomento Fabril, SOFOFA, deciden paralizar la producción; esto, unido a la huelga de los camioneros y colegios profesionales.
El Colegio Médico, que no ha efectuado huelga desde 1931, llama a sus asociados a abandonar sus puestos de trabajo en hospitales y postas, bajo la amenaza de la cancelación de sus títulos. Otro tanto efectúa el Colegio de Abogados.
El PDC en la posición sediciosa
Llamado por la DC se inicia el boicot en la administración pública, donde paraliza gran cantidad de técnicos y profesionales.
Corvalán: Es un golpe de Estado
A una semana de haberse iniciado el Paro patronal, Luis Corvalán realiza declaraciones. Dice:
“Esta es una escalada sediciosa, es un golpe de Estado en marcha. No es un golpe al viejo estilo, un golpe militar, porque las Fuerzas Armadas son fieles al Gobierno legítimamente constituido y que en el fondo es lo que disgusta profundamente a los reaccionarios. Como no pueden derribar al Gobierno en vista de la posición constitucionalista de las FF AA, se orientan a entrar más o menos por el mismo camino con que fue derribado Ibáñez en 1931, con la paralización del país… En esta oportunidad se han paralizado los transportes, parte del comercio y hacen esfuerzos por incluir a los colegios profesionales. Quieren darnos la batalla de esa manera, pero nosotros contamos con la mayor fuerza que es el pueblo… El llamado de la SOFOFA a paralizar industrias fracasó porque los trabajadores han estado en sus labores”. (Ref.: “El Mercurio”, edición internacional, del 16 al 22 de octubre de 1972).
CUT sale al paso de la SOFOFA
Efectivamente, el mismo día que SOFOFA llama a cerrar las industrias, el 13 de octubre de 1972, la CUT instruye a los trabajadores a tomar los puestos de trabajo y hacerse responsable de la producción. De los 35 000 talleres y fábricas existentes en el país, paralizan menos de 20; de los 5 000 asentamientos lo hacen sólo 63. En esa ocasión, responde al llamado de la CUT, independientemente de sus posiciones ideológicas toda la clase trabajadora.
El Ejército junto al Gobierno
El Ejército, encabezado por el Comandante en Jefe, el general Carlos Prats, sale al paso a los intentos de crear el caos en ciudades y caminos. La acción del sector constitucionalista logra evitar que los militares fascistas, que desde el interior de las FF AA actúan de acuerdo con la ultraderecha, puedan controlar los institutos castrenses y llevar adelante los planes subversivos.
Rol importante de los voluntarios
Miles de voluntarios trabajan a través de todo el país contribuyendo a que lleguen a la población los elementos indispensables, como alimentos, parafina, etc.
Allende forma nuevo Gabinete: UP – CUT – FFAA
El Gobierno actúa con serena firmeza: Allende forma un nuevo Gabinete, donde participan ministros de la UP, de la CUT y de las Fuerzas Armadas. El general Prats es designado Ministro del Interior. Este Gabinete mete en cintura a los sediciosos.
Corvalán: El PC apoya nuevo Gabinete
Luis Corvalán refiriéndose a los motivos que movieron al PC para apoyar la idea de un Gabinete UP-FF AA-CUT, afirma:
“Para dar un sí definitivo se necesitaba analizar más la cuestión. Y lo dimos en el momento en que la necesidad del Gabinete Cívico-Militar surgió del hecho que el enemigo pasó de la desobediencia civil, al desacato a la autoridad militar, empezó a ‘descolgar’ sus radios de la cadena obligatoria, acentuó sus actos de terrorismo, el Partido Nacional amenazó con acusar constitucionalmente a Ministros de Estado, al Presidente de la República y al Comandante en Jefe del Ejército. La derecha y algunos democratacristianos se lanzaron en picada contra las FF AA, lograron un pronunciamiento del Ministro Erbeta de la Corte de Apelaciones, en contra de la cadena radial obligatoria y el Pleno de la Corte Suprema también entró en el baile, tratando de cuestionar la acción del Gobierno. El conjunto de estos hechos tuvo la virtud de producir un cambio de mentalidad, tanto en el pueblo como en las Fuerzas Armadas. Se vio clara la necesidad de poner mano más firme. La clase obrera había sido la fuerza fundamental que impidió la paralización del país. Pero al mismo tiempo las fuerzas armadas habían constituido y constituían un factor esencial en la defensa del orden interno. Era entonces, lógico que esto tuviera una proyección ministerial”. (Ref.: Eduardo Labarca, obra citada, página 14).
El nuevo Gabinete y finaliza el Paro
Forman parte de él los tres altos jefes de las Fuerzas Armadas: el general Carlos Prat del Ejército, como Ministro del Interior; el general Claudio Sepúlveda de la FACH, como Ministro de Minería; el contraalmirante Ismael Huerta de la Armada, como Ministro de Obras Públicas y Transporte.
De la CUT el Presidente Luis Figueroa, como Ministro del Trabajo; el Secretario General, Rolando Calderón, como Ministro de Agricultura
El viernes 2 de noviembre de 1972 jura el nuevo Gabinete.
La firme actitud del Ejecutivo y las incansables gestiones del Ministro del Interior, dan sus frutos. El lunes 6 de noviembre finaliza el Paro sedicioso de Octubre, que ha durado 27 días y significa al país una pérdida de más de cien millones de dólares.
El MIR contra el nuevo Gabinete
Al MIR no le gusta el nuevo Gabinete. En Declaración citada por “El Mercurio”, señala:
“La incorporación de algunos generales en el Gabinete ha cambiado en una importante medida el carácter que el Gobierno hasta aquí tenía… ya que los partidos populares tradicionales dejan de ser el eje político del Gobierno y deben ceder parte importante de este papel a las fuerzas armadas y así el Gobierno debilita más aún su relación con los trabajadores”. (Ref.: “El Mercurio”, edición internacional, del 16 al 22 de octubre de 1972).
Corvalán: Nuevo Gabinete es una avance
Luis Corvalán se refiere al nuevo Gabinete diciendo:
“Yo diría que constituye un avance, un signo de fuerza, más que de la UP, del Gobierno constitucional, de la democracia chilena. Con la formación de este Gabinete se ha producido un cambio cualitativo muy importante, cierta modificación en la correlación de fuerzas. Sin duda de que el Gabinete en el cual están las tres ramas de la FF AA y la clase obrera tiene una presencia relevante, constituye un dique insalvable contra la sedición. Baste recordar que el paro politiquero iniciado por los camioneros recibió con ello un golpe mortal”. (Ref. Eduardo Labarca: obra citada, páginas 13 y 14).
Un pensamiento en “El paro patronal de octubre de 1972”