Nació el 14 de junio de 1928 (el mismo día, mes y año del Che Guevara)
Ingresó a las filas comunistas en 1953, militando en una célula que funcionaba en Plaza Ñuñoa.
El 4 de agosto de 1954 recibió su título de Profesora de Historia, Geografía y Educación Cívica, aprobando su Memoria de Prueba y su examen final, ambos con distinción unánime (tres 7).
En julio de 1955 viajó a Temuco para hacerse cargo de puesto de profesora de Historia en el Liceo de Niñas Gabriela Mistral. Durante el Gobierno Popular ejerció como Directora de ese establecimiento educacional.
En Temuco militó en la célula de profesores y fue miembro de la Comisión Regional de Finanzas, que encabezaba el compañero Sergio Riquelme.
En septiembre de 1955 contrajo matrimonio con Iván Ljubetic, unión que se mantuvo durante 46 años. Tuvieron un hijo, Ivo (Iván Vladimir) fallecido hace justamente cinco años.
Con el golpe del 11 de septiembre de 1973 ambos fueron exonerados, Marcia del Liceo de Niñas, Iván de la Universidad de Chile. Éste último, detenido y encarcelado.
Gracias a entrevistas realizadas por la compañera Marcia, debido a una visita realizada a Temuco por su cuñada Vinka, se logró la libertad condicional de su compañero.
Pero informaciones confidenciales recibidas y el asesinato de siete comunistas que estaban detenidos en el Regimiento Tucapel, en la noche del 10 de noviembre de 1973, no dejaron dudas que: existía peligro para la vida de su compañero y de Ivo (militante de las Juventudes Comunistas, dirigente del Gobierno Estudiantil del Liceo Hombres N.1 de Temuco y miembro de la Brigadas Ramona Parra). Se trasladaron a Santiago para la manera de salir al exilio.
Gracias a las gestiones realizadas por Marcia, su compañero logró ingresar a fines de noviembre de 1973 a la residencia del Embajador de la República Federal Alemana. En ese período de espera, la compañera Marcia fue detenida en dos ocasiones. La primera, por carabineros al ayudar a ingresar a la Residencia del Embajador a Ivo.
La segunda, al caer en una “ratonera” tendida por agentes de Investigaciones, al intentar tomar contacto con una compañera. Esta vez, sólo pudo salir libre gracias a la directa intervención del Embajador de la República Federal Alemana. Así le dijeron los agentes al soltarla: “se salvó gracias al embajador alemán”.
En enero de 1974 salió Marcia al exilio, junto al hijo y a su compañero. Luego de sortear momentos muy complicados, logró la familia establecerse en la ciudad de Marburg/Lahn. Allí residieron durante 17 años.
A pocos días de instalarse en el departamento de calle Ortenbergstrasse N. 7, ya estaba militando en la célula Alberto Molina, constituida por comunistas chilenos residentes en las ciudades de Giessen y Marburg.
Marcia, al igual que el resto de los militantes de la célula Alberto Molina, (Margarita Parra, Pedro Cabezas, Max Eytel, Ana María Standen, Ruth Kries, Mario Neculmán, Mario Torres, Rosaura Mendoza e Iván Ljubetic) jugó un heroico rol en la solidaridad con la lucha que libraba el pueblo chileno contra el fascismo. Ese heroísmo sin fanfarrias, cotidiano, silencio, pero efectivo. Un ejemplo de ello fue la confección y venta de miles de empanadas. ¡Miles! Contando para ello con la ayuda solidaria de compañeras alemanas. Esta acción del exilio comunista nunca realmente reconocida por algunos dirigentes del Partido. Un dato: el último Año Nuevo en el exilio lo pasamos friendo y vendiendo empanadas en gran fiesta del Partido Comunista Alemán.
Marcia retornó a la patria en octubre de 1990. Estuvo viviendo seis meses en casa de la familia Ortiz Zvietcovich en Ñuñoa. Durante ese período fue imposible que le designaran una célula en que militar. El 2 de mayo de 1991 se trasladó a vivir en un departamento de Villa Los Presidentes: Poco después, era una de las fundadoras de la Célula Julieta Campusano.
En esa célula en que militó hasta su último día, ocupó diversas responsabilidades. Fue Secretaria Política junto a Aída Briceño que era Secretaria de Organización; fue Secretaria de Organización junto con Leo Fonseca, que era el Secretario Político.
Mientras la terrible enfermedad que sufrió le permito caminar participó en las actividades del Partido y del CEILER.
Su corazón de revolucionaria dejó de latir el 23 de febrero de 2021.
Fue una imprescindible: ¡Luchó toda su vida!